El Manchester City dio un paso de gigante para jugar los cuartos de la Liga de Campeones después de asaltar el Santiago Bernabéu (1-2) en cinco minutos de locura que dejaron sin efecto el gol de Isco y que complican la vida del 13 veces campeón de Europa.

Guardiola volvió a salirse con la suya. Por sexta vez salió vencedor de Chamartín y lo hizo en el tramo final con goles de Gabriel Jesús y De Bruyne. El tanto de los blancos, que fueron inferiores, sólo fue un espejismo.

El resultado obligará al Madrid a salir al Etihad con el cuchillo entre los dientes y todo después de un duelo con varias alternativas. El equipo de Zidane estuvo lejos de su partido más brillante y acabó hincando la rodilla ante la falta de gol. En un mes, la Champions en el alambre y el liderato a la basura. Febrero está enterrando todo lo bueno.

El conjunto celeste mandó en la primera mitad, aunque el plan de los ingleses tardó en cumplirse. El Madrid acaparó más tiros a puerta, posesión y puntería. Impensable ante un equipo dirigido por Pep Guardiola, que pareció tener todo bajo control, incluso con el marcador en contra.

Un remate de Benzema con la cabeza fue la única ocasión del Madrid en el acto inicial. Todo lo demás fue para el vigente campeón de la Premier.

El marcador no hacía justicia a los de Guardiola, ni tan siquiera al comienzo de la segunda parte, cuando Mahrez perdonó en dos ocasiones. En la segunda fue mérito de Courtois, pero la sensación daba esperanzas a los de Guardiola, aunque el primer gol del partido fue obra blanca.

Isco no tembló y marcó. El Bernabéu era felicidad, pero la realidad fue bien distinta minutos después. Primero fue Gabriel Jesús con un remate de cabeza, a pase de Sterling, y después un penalti de Carvajal sobre el inglés y De Bruyne. Llegó la sentencia.

Aún quedó la roja a Ramos, excesiva seguramente, pero así terminó el Madrid. Con un mal resultado y con la obligación de ganar en Manchester si quiere seguir optando a la Champions.