Último capítulo para el polémico Sun Yang. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) impuso ayer al nadador chino una sanción de ocho años sin competir por saltarse un control antidopaje en 2018, una condena en la que además se tuvo en cuenta que el triple campeón olímpico y once veces oro mundial ya había sido penado tres meses en 2014 por dar positivo por trimetazidina. En 2019 la Federación Internacional de Natación (FINA) había absuelto a Yang, de 28 años, por considerar que el control que se saltó no cumplía las normas, pero la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recurrió esta decisión que el TAS, por unanimidad, ahora condena. Casi dos años después de los hechos que desencadenaron un terremoto en la natación mundial se cierra el caso con una sanción ejemplar, aunque Yang ya anunciado que seguirá defendiendo su inocencia y que recurrirá.

Fue en septiembre de 2018 cuando una visita nocturna de cuatro agentes al hogar de Sun para realizarle un control por sorpresa acabó con las muestras de orina y sangre del nadador destrozadas a martillazos por sus guardaespaldas. Este alegó que se había violado su derecho a la privacidad y puso en entredicho las credenciales de dichos agentes. En enero de 2019 la FINA le dio la razón y consideró que la recolección de muestras era inválida. Esto le permitió competir en el Mundial de Gwangju del verano de ese mismo año, lo que desató una ola de indignación entre parte de sus rivales que se escenificó en los podios de 200 y 400 libres que el chino encabezó con la medalla de oro y en los que el británico Duncan Scott „que fue increpado y llamado "perdedor" por Yang„ y el australiano Mack Horton se negaron a saludarle y sacarse fotos con él en señal de protesta.

La AMA ya había recurrido ante el TAS y muchos pedían una suspensión cautelar para evitar el bochorno. La audiencia se programó para noviembre. Tres meses después, llega el fallo, por unanimidad, en el que el panel de expertos del TAS considera que no compete a un atleta si un control antidopaje debe realizarse o no; confirmó que los agentes que acudieron al domicilio de Yang cumplían con todas las credenciales exigidas por la AMA y concluyó que el nadador no supo explicar por qué destruyó las muestras, por lo que se considera una violación de la normativa antidopaje. Esto implica una sanción de ocho años, la máxima, aunque no anula sus resultados previos porque no dio positivo en las competiciones.

Sun Yang no deja indiferente. Odiado y admirado „su estilo en el agua es imponente„ a partes iguales, las sospechas siempre han recaído sobre él, señalado una y otra vez por sus propios compañeros de piscina. "Mea violeta", llegó a decir el francés Camille Lacourt, ya retirado y que ayer mostró en redes su alegría al igual que otros pesos pesados como Chad le Clos, Adam Peaty. Al chino siempre le ha rodeado la polémica, incluso cuando se borró a última hora de la final olímpica de 1.500 en Río. Con 28 años, y 8 de sanción, su carrera podría haber llegado a su punto y final.