No hay tiempo para curarse las heridas. Por lo menos para Paula Medín y Mónica Castelo. Las dos jugadoras coruñesas del CRAT todavía lamentan la eliminación de su equipo, que quedó fuera del play off por el título de División de Honor al finalizar la competición en la quinta posición, pero ayer se pusieron de nuevo el mono de trabajo para empezar a preparar el Campeonato de Europa con la selección española. Hasta el viernes estarán concentradas en Madrid junto al resto de sus compañeras y el sábado se desplazarán a Madrid para jugar un partido amistoso contra un combinado local. Lo importante llegará en abril, cuando defenderán el título continental frente a Rusia y Países Bajos. El oro es fundamental en el camino hacia la clasificación para el Mundial de 2021, que se disputará en Nueva Zelanda, el objetivo final de esta generación.

Sobre todo para las mayores. El combinado nacional mezcla la experiencia de las supervivientes de las últimas ediciones con el empuje de las nuevas. La máxima exponente de las primeras es Paula Medín, Alevín, que a unos meses de cumplir 35 años y con 42 internacionalidades a sus espaldas es la más veterana de la selección española, de la que ya lució el brazalete de capitana en sus últimos compromisos. Debutó en 2007 en un partido contra Italia y trece años después, con una participación por el medio en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en la modalidad de seven, sigue al pie del cañón como uno de los pilares de la tercera línea del combinado que dirige José Antonio Barrio. En la segunda línea también se ha ganado su hueco Mónica Castelo. Faltó en las últimas convocatorias por una lesión. Ya recuperada, vuelve a su lugar natural para su decimoquinta llamada internacional desde que en 2012 recibió la primera.