El Liceo no es el único representante del deporte coruñés afectado por las consecuencias del brote del coronavirus en Europa. El nadador Jacobo Garrido ya tuvo que regresar de Italia, donde había acudido a una prueba de la Copa del Mundo de natación adaptada, al suspenderse la competición. Irene Blanco, vigente campeona, se quedó sin Campeonato del Mundo júnior de halterofilia, que iba a disputarse también dentro de dos semanas. También se suspendió la Copa de Europa júnior de Coimbra (Portugal) en la que iba a tomar parte con la selección española el judoca oleirense Antonio Sandino. Y ayer mismo Gaspar Andrade, del Club Natación Liceo, se tuvo que volver de Israel sin competir en la primera prueba de la Copa de Europa de aguas abiertas.