El Leyma Coruña visita a las 18.30 horas una de esas pistas, Pumarín, y a un equipo, el Oviedo, que en los últimos años ha sido su bestia negra. Pese a que esta temporada los asturianos no están teniendo buenos resultados, en la primera vuelta ya se impusieron en el Palacio de los Deportes de Riazor (78-81). De hecho, fue la última derrota en casa de los naranjas, que desde aquel 3 de noviembre, en la jornada siete, no volvieron a perder en su feudo pese a que por allí pasaron algunos de los mejores equipos de la competición como el Palencia, el Alicante, el Valladolid y el Guipuzkoa. Eso ya es suficiente alarma para la plantilla que dirige Sergio García, que además juega un cancha en la que nunca ha ganado y llega en horas bajas por los problemas físicos de jugadores clave que se vienen arrastrando en las últimas semanas. Augustas Peciukevicius, su termómetro, y Álex Llorca son dudas hasta último hora, prácticamente sin entrenar. Peor tampoco es fácil la situación del Oviedo, antepenúltimo, que para intentar dar un cambio de rumbo puso al mando del timón a un nuevo entrenador, Natxo Lezkano, con el que precisamente Sergio García compartió banquillo en el Palencia, en detrimento de Javi Rodríguez.

"La trayectoria del Oviedo es la de un equipo que normalmente se mete en play off", analiza García, "pero por circunstancias del deporte, con muchos problemas de lesiones, bajas, cambios de jugadores... la liga es muy dura y te castiga en unas posiciones que nadie se esperaba". Eso lo hace todavía más peligroso: "Esperamos el mejor equipo posible. El cambio de entrenador les dará una motivación extra y seguro que empezarán el partido con mucha intensidad y tenemos que ser capaces de dar respuesta a eso".

La trayectoria irregular de los naranjas fuera de casa se pone a prueba en una pista maldita. "Se ha jugado allí siete veces y no se ha conseguido ganar todavía, vamos a ver si podemos darle la vuelta las estadísticas" vaticina el técnico vasco, que confirma que los problemas físicos de la semana pasada „que se notaron en el partido contra el Marín, que se ganó pese al mal juego„ se mantienen en esta. Álex Llorca prácticamente no se ha vestido de corto. Augustas Peciukevicius sí, pero sin continuidad. "Seguimos teniendo bastantes problemas, no tenemos continuidad en el trabajo diario, van surgiendo problemas más o menos graves", se queja.

Un contratiempo para un momento decisivo de la temporada. "Se complica más si cabe, sobre todo en los partidos fuera de casa", analiza. "Ellos se juegan mucho para salir de ahí abajo pero nosotros también, porque queremos seguir arriba e ir sumando victorias para asegurar la clasificación para el play off", añade. "Cada vez quedan menos partidos y se aprieta más. Hay más tensión y los partidos son más físicas y más duros", concluye.