El confinamiento no es excusa para dejar de estar en forma. El deporte coruñés exprime el ingenio para pasar los días de cuarentena y mantener la actividad física. Los más afortunados son aquellos que viven en casas con jardín, aunque en su defecto buenas son las terrazas. El resto, busca la manera de convertir sus salones y habitaciones en improvisados gimnasios que en vez de aparatos tienen sillas y mesas y con material del más variado: botellas de agua, de leche y por supuesto, el papel higiénico.

Sin saber si la competición volverá a reanudarse esta temporada, los equipos intentan mantener la conexión incluso con sesiones en grupo vía videoconferencia y compartiendo objetivos diarios tanto comunes como colectivos.Pero también hay mensajes para los más pequeños, a los que se anima a través de misiones divertidas para que le juego les sirva para amenizar las jornadas en casa. En todos los casos, las redes sociales se están convirtiendo en una gran ayuda y en una exposición de estas sesiones, lo que contribuye a fomentar el espíritu de pertenencia a la comunidad. De esta crisis el deporte saldrá como mejor sabe, trabajando en equipo.

Atletismo. El grupo de José Carlos Tuñas se las apaña como puede para "no perder el trabajo hecho". Según el entrenador del Coruña Comarca, la decisión de la Federación Española de aplazar todos los campeonatos de todas las categorías les da tranquilidad. "No serán hasta octubre o noviembre y eso nos da tiempo", dice. De momento, el trabajo de mantenimiento se dirige sobre todo a fortalecimiento muscular y core. "Cada uno en la medida de sus posibilidades trabaja con lo que tiene", explica. Combas, sillas convertidas en obstáculos, escaleras de los edificios... todo es válido. "De momento, estamos tranquilos, aunque los echo mucho de menos", reconoce aunque le inquieta que algunos de sus pupilos puedan perder su acceso a becas por no tener resultados. Para los más pequeños, el club envió una guía de estiramientos y juegos para hacer en familia, punto en el que Tuñas aprovecha para hacer un llamamiento: "Si antes no hacías ejercicio, no tienes que volverte loco ahora. Estoy viendo algunas cosas... que no hagan caso de todo lo que se ve por redes".

Baloncesto. En Maristas han propuesto a sus jugadores el reto Mete una canasta al coronavirus y van subiendo vídeos, con premio a la originalidad y a la dificultad. Hay quien a falta de canasta utiliza una papelera situada en lo alto de un armario o quien se dedica a una nueva modalidad cambiando la pelota por una bola de calcetines. Incluso el perro de una de las integrantes de la primera plantilla se anima a introducir la pelota en una cesta. Por otro lado, también intentan evitar el sedentarismo con rutinas.Incluso la plantilla de Primera Nacional hace quedadas online para entrenar. "En los próximos días seguiremos con este tipo de actividades y dando visibilidad en nuestras redes sociales, para que tengan un poco de relevancia y la gente se anime un poco más a participar", señala Carlos Cortés. "No sabemos si la competición se va a reanudar o no, pero por ahora no podemos pensar más que en como pasar estos días de la mejor forma posible y sobre todo sin infectarnos, y sin ser un transmisor de la infección, tenemos que concienciarnos de la gravedad de este asunto y que gran parte de la solución está en nuestra mano, quedándonos en casa", añade.

Fútbol sala. Pachi Fernández (@pachi5coruna), de la Academia Red Blue 5Coruña, fue uno de los primeros en empezar a grabar vídeos de juegos e ideas para desarrollar en casa y no perder la forma. Una manera de que los niños se mantengan activos, se diviertan lo máximo posible y pasen la cuarentena sin que se les olviden las rutinas ni los movimientos imprescindibles de su deporte favorito.

Hockey sobre patines. Desde la cuenta del Liceo, cada día un jugador va contando cómo es su día a día en el encierro. Además, han organizado un torneo de Fifa con los aficionados. También los integrantes del Compañía de María y el Dominicos mantienen sus rutinas físicas desde casa. A través de redes sociales, además, se han lanzado varios retos y entrenamientos para que los jóvenes y principantes puedan, aunque sin patines, no perder el toque de la bola y el stick.

Judo. Desde el Judo Club UDC proponen a sus alumnos unas misiones especiales. "Es el agente Kohai y nos tienen que ayudar a salvar el mundo", comenta Jonathan Imedio, coordinador deportivo. Cada dos días, reciben las instrucciones a través de correo electrónico. En cada una de esas misiones hay que hacer una serie de ejercicios, empezando por un calentamiento, después trabajo físico, otros de técnica e incluso un poco de teoría, pidiendo a los pequeños judokas que investiguen la vida de algunos de los deportistas más destacados de la historia de esta disciplina. Por último, hay que sacarse una foto, a cada cual más divertida, que se envía a través de una aplicación en la que se fomenta el diálogo entre los miembros del club, lo que ayuda a mantener la conexión de sus piezas.

Natación. Los nadadores del Club del Mar también se mantienen en forma. La preparadora del equipo Sheila Blanco se encarga de ello con una rutina diaria de ejercicios. Cada alumno se graba y comparte con sus compañeros. Incluso hacen entrenamientos compartidos a través de algunas de las aplicaciones de internet. Sin embargo, los nadadores son algunos de los deportistas más afectados dado que su medio natural es el agua. Asumen que cuando puedan regresar a la piscina, la vuelta será como una pretemporada.

Rugby. Las jugadoras del CRAT ya habían terminado la temporada en División de Honor porque el equipo se quedó fuera del play off, sin embargo tenía por delante la Copa de la Reina de seven, competición en la que el año pasado fue subcampeón. Por lo que con sus preparadores físicos del Saude Training intentan mantenerse en forma, como muchos, tirando del ingenio, Si no hay pesas, aceptamos bebé como objeto de levantamiento.

Voleibol. El coronavirus obligó primero a suspender provisionalmente la competición nacional de voleibol y después a cancelar definitivamente las Superligas 2 masculina y femenina, lo que afectó a Calasancias y Zalaeta. Aunque ya no tengan que volver hasta después del verano, mantenerse activos y en muchos casos con las jugadoras mayores las que dirigen las sesiones de las categorías inferiores.