En una pandemia global que prácticamente no discrimina, hay realidades paralelas, pero distintas. Italia, el país con más muertes hasta el momento, tiene frontera con Austria por el norte, la zona más afectada. Sin embargo, los dos países viven dos situaciones diferentes. Tres coruñeses, jugadores y entrenador de hockey sobre patines, viven estos dos extremos. En Italia, Juan Fariza y Pablo Cancela. En Austria, Chus Gende. "Ya se notan caras alargadas cuando sales a la calle a hacer la compra", reconoce Fariza. "El hockey es ahora secundario, lo único que podemos pensar es que baje ya el número de afectados y de muertos", dice Cancela. En Austria, esgrima Gende, "reaccionamos rápido y se cerraron fronteras", motivo, junto a que es una de las naciones con "más camas de UCI por habitante" por los que el ex del Cerceda y el Liceo cree que se están librando de unas consecuencias más funestas. En el término medio, Jacobo Mantiñán, en Francia. También están confinados, pero "puedes salir una hora a menos de un kilómetro de casa para hacer ejercicio y la verdad es que se agradece".

A Fariza y Cancela les ha tocado vivir la peor cara de una tragedia en la que después de un mes, empiezan a ver la luz. "Volveremos a la normalidad a partir del 18 de abril. Pero a una normalidad entre comillas muy progresiva", matiza Fariza, que también agradece que desde esta semana se pueda salir a la calle con los niños. En cuanto al tema deportivo, la liga está paralizada y el ex de Cerceda da por hecho que no se reanudará, por lo que ahora toca decidir si se da por nula o se mantiene la clasificación tal y como está, con título y descensos. "Yo he renovado con el Montebello para la próxima temporada", anuncia a la vez que se respira aliviado porque su club es uno de los saneados. Cree, sin embargo, que muchos "no sobrevivirán" a esto.

Cancela, que milita en el Follonica, asegura estar "tranquilo" mientras pasa el confinamiento "en casa". Pero la economía del club se tambalea porque muchos patrocinadores no pueden cumplir con sus compromisos, por lo que los jugadores acordaron bajarse los sueldos un 20%. "Es lo normal, somos realistas y nos hemos adaptado a lo que hay. Tenemos que vivir día a día", añade. El ex del Cerceda y del Oliveirense piensa que en el mejor de los escenarios podrán volver a entrenar en mayo. Y aunque no es optimista con el regreso de la competición, no quiere regresar todavía a España. "Primero no me la quiero jugar porque no quiero contagiar a nadie. Y después tengo contrato hasta junio y quiero cumplir con mi equipo" , asegura.

También está parada la liga en Suiza, en la que participa el Dornbirn austriaco. "Estábamos a dos partidos del fin de la liga y si ganábamos los dos nos metíamos en la final a cuatro", se queja Gende, ex del Liceo. Seguían vivos en Europa, competición que les enfrentó al Trissino italiano pocos días antes de que estallara la pandemia y de que uno de sus jugadores, Stefano dal Santo, diese positivo. "Pero nosotros estuvimos todos bien y ya pasaron más de quince días", agrega. En su zona, el coronavirus solo ha causado dos muertes y aun así, tienen que estar en sus casas aunque pueden salir a pasear y a andar en bici. Eso sí, en solitario. Su próxima visita a casa iba a ser en verano. "Pero ahora no tengo muy claro si podré ir. Todo va a cambiar a partir de esto... y creo que los humanos somos los culpables. La naturaleza no podía más", analiza este licenciado en Geografía.

En Francia, el confinamiento perdurará mínimo hasta el día 18. Y Mantiñán se lo toma con "paciencia". "Siempre fui bastante casero", reconoce, "y tengo la suerte de tener una casa con jardín donde me puedo entretener plantando cosas y haciendo los ejercicios que nos mandan del club". La liga todavía no fue anulada aunque no tiene esperanzas de volver, tampoco a la final a cuatro de la Copa. Pese a la inactividad, entre el club y el estado pagan el 80% de su sueldo. "Es complicado económicamente para todos y tenemos que poner un poco de nuestra parte", concluye.

El Europeo, aplazado

Parecía imposible que el Europeo que tenía que disputarse en verano en La Vendeenne (Francia) pudiera seguir adelante. Ayer se hizo oficial su aplazamiento a 2021, año en el que también están programados los World Rolles Games en San Juan (Argentina). La Federación Española, por su parte, emitió ayer un comunicado en el que dio por suspendidas todas las competiciones "hasta que las autoridades consideren que se puedan reanudar y ello no suponga ningún riesgo para la salud".