No empezó el Mundial y la Fórmula 1 ya tiene uno de sus grandes titulares de 2020: Ferrari y Vettel rompen. El alemán y la escudería italiano sellaron ayer un adiós que será realidad a finales de año. Cada uno tira para un lado tras cinco años sin títulos y sin hacer realidad ese sueño de convertir a Vettel en su nuevo Michael Schumacher.

Los últimos meses han sido frenéticos para Vettel y para Ferrari. El piloto y la Scuderia empezaron a negociar a principios de año, pero desde el principio hubo dos puntos que les separaban: la duración del contrato (Vettel quería al menos dos años y Ferrari ofrecía sólo uno) y su estatus dentro del equipo. La confirmación de Charles Leclerc como la gran apuesta de futuro en Maranello (le firmaron hasta 2023) dejó muy tocado en lo anímico a un Vettel que dejará el equipo como uno de los tres pilotos con más victorias de rojo, 14, sólo superado por el legendario Schumacher (72) y con las 15 de Niki Lauda al acecho si se reanuda esta temporada.

Leclerc, que ahora sí será el líder del equipo a falta de conocer al sustituto de Vettel, le dedicó una emotiva despedida. "Ha sido un gran honor ser tu compañero de equipo. Hemos tenido momentos tensos en la pista. Algunos muy buenos y otros que no acabaron como ambos queríamos, pero siempre hubo respeto, incluso aunque no se percibiera así desde fuera. Nunca había aprendido tanto como lo he hecho contigo como mi compañero. Gracias por todo, Seb", ha escrito en Twitter la gran esperanza de futuro de Ferrari.

Sainz, en la terna de candidatos Vettel llegó a Ferrari en 2015, después de sus cuatro títulos consecutivos con Red Bull y en pleno comienzo del imperio de Mercedes. Desde entonces, 14 victorias insuficientes, otras tantas poles, 11 vueltas rápidas, 54 podios y dos subcampeonatos del mundo forman el balance de una época que, si bien no se puede tachar de fracaso, no ha dado el gran éxito que uno y otro esperaban.

A falta de conocer lo que ocurra en este 2020, Vettel se va a convertir en el segundo multicampeón que deja la Scuderia sin un título en los últimos años. Algo que, por otro lado, no es nuevo: ocurrió con Alain Prost hace casi tres décadas y con Fernando Alonso mucho más recientemente. Ahora toca ver si realmente este será el broche de la carrera del alemán, o tiene un hueco en la parrilla para continuar su carrera en un equipo que le permita continuar la búsqueda del quinto título. A día de hoy, hay un hueco en Mercedes, ya que Lewis Hamilton no ha renovado.

El propio hexacampeón es uno de los candidatos a subirse al asiento de Ferrari, el sueño de muchos pilotos. Hamilton está a uno de empatar los siete títulos del legendario Michael Schumacher, pero también está cada vez más cerca de colgar el mono y retirarse. Una despedida en Ferrari sería el colofón perfecto a una carrera que ya forma parte de la historia del deporte mundial.

No obstante, el que más suena en estos días habla español: Carlos Sainz. El buen hacer del madrileño en McLaren le ha convertido en uno de los pilotos más deseados por la parrilla, y actualmente no ha renovado con McLaren. Aunque ambas partes quieren seguir juntas, la puerta de Maranello sólo se abre una vez en la vida y la tentación de defender los colores del equipo más importante de la historia de la Fórmula 1 son demasiado grandes. Tendrá que discutirle ese asiento no sólo al propio Hamilton, sino también a pilotos con prestigio como Daniel Ricciardo o con más pedigrí italiano, como Antonio Giovinazzi. Sin descartar a un posible Max Verstappen. o incluso la que podría ser la gran bomba del mercado de fichajes: el regreso de Fernando Alonso que en los últimos días ha dejado algún mensaje enigmático en las redes. Pero parece todo más producto de las ganas de llenar espacios con rumores casi imposibles. Ahora mismo parece claro que el tiempo de Alonso en el gran circo ha pasado y que a Carlos Sainz se le abre una puereta extraordinaria para continuar con su gran trayectoria en el Mundial. Ferrari no tiene pensado demorar demasiado el proceso.