La plantilla del Elche no acudió ayer a entrenar al estadio Martínez Valero como estaba previsto ,y viene haciendo desde el pasado viernes, como medida de presión por la decisión del club de no levantarles el ERTE tras la vuelta a los entrenamientos como sí que ha ocurrido con otros de los componentes del club ilicitano como han sido el cuerpo técnico, cuerpo médico, utilleros y algunos empleados.

Los futbolistas franjiverdes consideran que regresaron a su trabajo y por lo tanto con sus condiciones laborales actuales tienen que cambiar la situación y no deben permanecer en el ERTE.

La directora general del club, Patricia Rodríguez, en declaraciones a la cadena Cope, aseguró que le ha "sorprendido" esta decisión "porque tienen una propuesta y la respuesta ha sido está" y ha señalado que "estamos en un ERTE Y la reducción de jornada es de un 70% y, a pesar de ir al estadio, se ejercitarían solo 45 minutos, que entra dentro del 30% contemplado".

Sin embargo, los jugadores consideran que están haciendo su trabajo de forma similar a antes de producirse el parón de la competición por la crisis sanitaria del coronavirus y que el tiempo que dedican a su trabajo es mucho más que los simples 45 minutos que están sobre el césped del Martínez Valero.

En cuanto a la propuesta que ha presentado el club ilicitano, a través del abogado de la AFE que está haciendo de intermediario entre la plantilla y la entidad franjiverde, fuentes cercanas a los jugadores aseguran que es incluso peor que la presentaron en la negociación antes de producirse el ERTE y que la entidad quiere que aplicarles una "importante rebaja salarial" incluso en el caso de que se pueda reanudar la competición y reciba el dinero de los derechos de televisión.

Para la rebaja salarial antes de aplicar el ERTE el club quería un 20% mientras que los jugadores empezaron ofreciendo un 12% y estaban dispuestos a negociar y a llegar a un punto intermedio con la posibilidad de incluir variables en el caso de que se pudiera volver a la competición. Los futbolistas acusaron en su momento a la entidad de ser inflexible y de no querer negociar para llegar a un acuerdo.

El asunto está enquistado y las posturas de las dos partes está siendo igual de firmes. Por un lado la plantilla está dispuesta a seguir entrenando en casa, al igual que ha estado haciendo durante el periodo de confinamiento, mientras que el club no está dispuesto a sacar del ERTE a los futbolistas si no se rebajan de forma sustancial su sueldo.