"Tenemos que tomar decisiones importantes", anticipa Joseba Pajuelo, presidente de la Asociación de Clubes Deportivos de A Coruña. Todos los miembros de la entidad, formada por algunas de las principales instituciones de la ciudad, se reunirán el sábado para demandar soluciones para la situación que atraviesan muchos de sus socios, "preocupante" para algunos, con "riesgo de desaparición" para otros. Y problemas ya no solo a corto plazo, sino a largo, "hacia los meses de octubre y noviembre, cuando empiecen a hacer mella las consecuencias de la crisis y los chavales no puedan hacer deporte". Según Pajuelo, a su vez presidente del club de voleibol Calasancias, el deporte está siendo el gran olvidado en la desescalada y en los planes de recuperación, sin ninguna medida, por lo menos visible a anunciada, para ayudarles. Por eso les urge la petición de un plan de emergencia para el deporte destinado, sobre todo, a ayudar a las familias que por motivos económicos no puedan seguir pagando las cuotas de sus hijos en los distintos clubes.

"No se está dando importancia al deporte", se queja Pajuelo, que hace un alegato de los múltiples beneficios que, en la situación provocada por la pandemia del coronavirus, conlleva la práctica deportiva: "Nos encerraron y ¿qué hicimos casi todos? Ponernos a hacer deporte. ¿Por qué? Por algo será. En A Coruña jamás hubo tanta gente haciendo deporte". Según el presidente de la Asociación se debe a la necesidad de "escapar de la dura realidad". Esto le sirve para explicar también la necesidad de que en la próxima temporada los niños puedan seguir haciendo deporte. "Muchos tendrán en sus casas una situación muy complicada. ¿Qué pasará si además sus padres deciden que si no tienen dinero, los sacan de los deportes?", se pregunta y añade: "El deporte es salud, tenemos que entender esto ya, física y mental. Y en esta situación como la que vivimos sirve como válvula de escape". Vaticina, además, otro tipo de problemas en la ciudad si todos esos niños y adolescentes dejan la práctica deportiva.

El problema social es lo que más preocupa a la Asociación, por eso, a la espera de lo que decidan en la reunión del sábado, pide que las ayudas, "de Concello o Xunta, que tendrían que estar pensando en esto ya", lleguen a través de subvenciones para que sean los clubes los que puedan ayudar a esas familias. La situación empeora si se tienen en cuenta que los planes de desescalada exigen unos protocolos sanitarios que a la mayoría les saldrán de sus propios bolsillos cuando además verán reducidos por todas partes sus presupuestos. Una situación tan insostenible que algunos ya están pensando incluso en tirar la toalla.

Recortes en la Diputación

Entre los recortes ya anunciados están los de la Diputación de A Coruña, lo que ya ha provocado reacciones como la de la Federación Gallega de Piragüismo. "Las entidades deportivas coruñesas ven como después de dos años de espera para una ayuda para la compra de furgonetas no podrán contar con esta línea de cooperación", asegura en un comunicado el presidente José Alfredo Bea, que además remitió cartas a la Federación, Concellos y Ufedega (Unión de Federaciones Gallegas). "Los equipos de piragüismo de la provincia llevan años esperando por ayudas que nunca llegan. Las instituciones públicas deben de invertir en deporte para mantener la salud y economía de un sector que siempre es el primero en asumir los recortes. Los clubes son esenciales para llevar a cabo las políticas deportivas y saludables en los concellos, que por sí solos no pueden prestar esos servicios a la sociedad", añade.