El arquero Miguel Alvariño y la Federación Española de Tiro con Arco (Rfeta) dirimirán en el juzgado la plaza olímpica que había conseguido el deportista natural de As Pontes (A Coruña) y que el ente federativo pretende volver a poner en liza tras el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, por la pandemia provocada por el coronavirus, al año que viene.
El abogado de Alvariño, Miguel Juane, explicó ayer que por parte del arquero se le tendió "la mano en todo momento a la Federación para buscar una solución extrajudicial" y "no quedó más remedio" que acudir al juzgado para defender el derecho del gallego, que había conseguido la plaza deportivamente y considera que ahora se la quieren arrebatar.
En el juzgado, el arquero y su abogado presentaron una demanda civil para intentar anular el acuerdo que adoptó la Federación Española respecto a poner de nuevo en juego la plaza para Tokio que había ganado para España Pablo Acha el verano de 2019 y que se adjudicó Alvariño en los clasificatorios para la cita olímpica.
De forma paralela a esa demanda y con carácter más urgente, Miguel Alvariño ha solicitado la adopción de medidas cautelares para que se suspenda el acuerdo adoptado por la Federación de quitarle la plaza para Tokio.
El deportista pide que se respete el proceso de selección que se había establecido y su designación como deportista para los que serían sus segundos Juegos.
La demanda fue presentada el pasado 25 de mayo, todavía en estado de alarma, con carácter urgente y fue admitida a trámite un par de días después.
La vista para la adopción de medidas cautelares se celebrará el próximo viernes 12 de junio en el juzgado de primera instancia número 12 de Madrid a las 10.30 horas.
"Estamos contentos porque se ha tramitado con urgencia y no queremos que se genere más perjuicios para nadie", indicó Juane.
En la vista están citados como testigos tanto el seleccionador nacional; como la directora técnica de la Federación; y además el primer entrenador de Miguel Alvariño, Manuel Buitrón; y su actual preparador, Xaquín Mira.
