El Comité Olímpico Español ha avalado en el juzgado, a través de un informe firmado por su presidente, Alejandro Blanco, los criterios de la Federación Española de Tiro con Arco (Rfeta) para volver a dirimir la plaza que había otorgado al gallego Miguel Alvariño para los Juegos Olímpicos de Tokio, aplazados a 2021.

La RFETA y Alvariño se citaron ayer en el juzgado de primera instancia número 12 de Madrid, donde el deportista solicitó la adopción de medidas cautelares para que se suspenda el acuerdo de retirarle la plaza para Tokio.

Ese billete para los Juegos lo había ganado para España Pablo Acha el verano de 2019 y, posteriormente, Alvariño se lo adjudicó en los clasificatorios que organizó la Federación para la cita olímpica.

El abogado de Alvariño, Miguel Juane, explicó a Efe tras la vista que le "sorprendió" que el presidente del COE emitiera "un informe en apoyo a la defensa de la Federación y en contra de un deportista".

Alvariño se desplazó a Madrid por carretera de madrugada junto a su actual entrenador, Xaquín Mira, y su primer preparador, Manuel Buitrón. Los dos iban a comparecer como testigos citados por la defensa, pero finalmente la jueza que lleva el caso no aceptó que declararan, al igual que el secretario de la Federación Española.

Sí prestaron declaración otros tres testigos de la Federación: el entrenador del equipo nacional absoluto, Elías Cuesta; el presidente de la comisión técnica y alta competición, Rubén Montes; y Almudena Gallardo, miembro de esa misma comisión. Los tres explicaron que la decisión de poner de nuevo en juego la plaza que había sido otorgada a Alvariño se basó en una cuestión técnica y señalaron que ahora el proceso parte de cero.

En la vista, el arquero gallego, que participó en los Juegos de Río 2016, no llegó a intervenir porque la defensa de la Federación Española no le interpeló y, en consecuencia, su abogado tampoco pudo hacerlo. "Miguel salió con impotencia y frustración", señaló el letrado del deportista.