El Comité Ejecutivo de la UEFA decidió ayer que los partidos de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, que no se disputaron debido al parón por la pandemia de la Covid-19, se jugarán en los estadios previstos al comienzo de la competición, todos ellos a puerta cerrada tal y como había anunciado el pasado mes de junio. De esta forma, el Barcelona podrá definir su eliminatoria frente al Nápoles en el Camp Nou tras el 1-1 del partido de ida y el Madrid deberá viajará a Manchester para cerrar su enfrentamiento con el City después de la derrota por 1-2 en el Santiago Bernabéu. A partir de esta ronda, la Liga de Campeones sí se jugará a partido único en Lisboa como sede y la Europa League, en Alemania.

La UEFA aseguró que tomó la decisión "de conformidad con el principio de equidad deportiva".