Juan Roig, presidente del Valencia Basket, no negocia ni cede un metro en muchas de las decisiones que tienen que ver con el club que dirige y que ha impulsado en unos años a la élite europea. Alberto Abalde, el alero gallego que está a punto de convertirse en jugador del Madrid, lo sabe bien. Él será quien tenga que depositar el dinero de su cláusula de rescisión para liberarse del contrato que le une con los valencianos hasta 2021 tras la ampliación unilateral de hace unos meses y a la que el Valencia tenía derecho. Roig, presidente de los taronja, no ofrece otra posibilidad. Será la manera de que el gallego se libere de su contrato para que esta misma semana sea oficialmente anunciado como nuevo jugador del Madrid.

Tradicionalmente -sobre todo en el mundo del fútbol- se suele pactar un traspaso por la cantidad de la cláusula para evitar ese paso engorroso que para los futbolistas supone cargar con ese trámite de pagar por su libertad. Pero Roig ya dejó claro que no habrá cesión de ninguna clase. Abalde pagará personalmente los 1,5 millones que vale su libertad y la operación obligará al desembolso de otros 700.000 euros en concepto de impuestos. Lógicamente esa cifra no puede asumirla el alero internacional, que contará con la lógica colaboración del Madrid que le hará una especie de préstamo que él deberá ir devolviendo al club durante los años de contrato que firme (previsiblemente serán cuatro).

Esta operación implica que el nuevo sueldo de Alberto Abalde en el Madrid será de una cuantía superior a la esperada inicialmente y podría superar el millón y medio neto por temporada, del que el conjunto blanco le irá descontando cada año de su contrato una parte proporcional para cubrir esos 2,2 millones que le ha adelantado para hacer frente a su cláusula de rescisión. De ahí que el contrato sea más alto, para que el jugador pueda hacer frente a ese préstamo y aun así tener un sueldo neto importante.

El Madrid tenía que afrontar esta operación en el verano de 2020 porque dentro de un año, cuando acaba el contrato del vigués en Valencia, el club que preside Juan Roig tendría derecho de tanteo y podría retener al alero. Simplemente tendría que igualar la mejor oferta por él. Y ya se sabe que en otros casos similares el Valencia Basket ha ejercido esta posibilidad para evitar la salida de alguno de sus jugadores. Abalde sería un nuevo caso. Ante esta perspectiva el Madrid decidió acometer este verano el fichaje del jugador gallego que llegará para remodelar una plantilla a la que se le quiere dar una pequeña vuelta para mantener su carácter ganador.

En las últimas semanas se ha sabido que tanto el Barcelona como el Armani Milán estaban interesados en hacerse con sus servicios. En el caso de los italianos las posibilidades económicas eran incluso superiores a las del club blanco, pero las preferencias de Abalde estaban claras desde que supo del interés del Madrid en hacerse con sus servicios.

En el baloncesto español esta clase de operaciones suelen hacerse siempre antes del 15 de julio y por eso se espera que hoy mismo pueda quedar solucionado el asunto para que el Madrid anuncie el fichaje esta misma semana en función del plan de comunicación que los clubes de este nivel suelen diseñar.