El Liceo tenía un as guardado bajo la manga durante todo este mercado de verano, intentando dar un golpe de efecto de última hora. Aunque la plantilla oficialmente estaba cerrada, con el regreso de César Carballeira César Carballeira y la baja de Bruno di Benedetto, que tomó el camino de vuelta a Lleida, el club verdiblanco mantenía varias vías abiertas. Una de ellas está a un paso de materializarse, pendiente de algunos cabos que atar. La directiva coruñesa ya tiene el sí quiero de Jordi Adroher, estrella internacional que hasta ahora militaba en el Benfica, donde el fichaje de Sergi Aragonés le dejó sin sitio aunque todavía le quedaba un año más de contrato. Pendiente de cuadrar las condiciones económicas de su fichaje y si sería necesario la salida o cesión de algún miembro de la actual plantilla, tanto el jugador, que ve en el Liceo la mejor opción para mantenerse competitivo, como el club ven con buenos ojos la posibilidad de un traslado a la ciudad para las dos próximas temporadas.

El fichaje llega tarde, con la pretemporada ya en marcha, porque desde A Coruña se siguió muy de cerca el culebrón en el equipo lisboeta y tenía que esperar a que la situación se desbloqueara allí para poder mover ficha. En realidad, sus dos opciones dependían de ello. Jordi Adroher tenía un año más de contrato con los benfiquistas, pero incomprensiblemente ya apenas había contado el año anterior para Alejandro Domínguez ni parecía que fuera a hacerlo en el presente curso. De su salida también dependía la llegada de Sergi Aragonés desde el Noia, al que también pretendía el Liceo. Finalmente el Benfica contrató a la joven perla de la cantera azulgrana, que fue presentado esta misma semana, sin haberle buscado acomodo al de Girona, por lo que con once jugadores de plantilla estaría condenado a una temporada con un papel totalmente secundario. Eso le convenció para buscar una salida a otro equipo, con el Liceo como mejor opción. Con los verdiblancos seguirá luchando por títulos y volvería a España después de cinco años.

Adroher tiene ya 35 años, a punto de cumplir 36, pero una calidad fuera de toda duda. Su exquisita técnica es su principal cualidad, lo que le hace marcar los goles más inverosímiles. Además, es un especialista a bola parada, sobre todo en las directas, una asignatura pendiente en los últimos cursos para la plantilla dirigida por Juan Copa. Formado en el Shum, con el que debutó en la OK Liga, pasó por el Lloret; el Vic, con el que ganó la Copa del Rey en A Coruña en 2009; el Barcelona, con una liga y una Champions como botín; el Reus; el Breganze italiano, donde conquistó una Copa transalpina, y el Benfica, destino al que llegó en 2015 y en el que añadió otra Champions y otra liga a su palmarés. Con la selección española se proclamó campeón de Europa en dos ocasiones, la última en A Coruña (2018) y otras dos, campeón del mundo.

En un contexto económico complicado, el Liceo ha logrado mantener el apoyo de algunos de sus principales patrocinadores. Eso le sirvió para poder apostar por la permanencia del grueso de la plantilla, aunque no se libró del ERTE para jugadores y entrenadores durante los meses más duros de la pandemia. Sin embargo, asumir una ficha del calibre de la de Adroher exige hacer muchos números y es posible que no llegue solo con un esfuerzo extra. Deportivamente Juan Copa contaría con once jugadores a sus órdenes, por lo que tendría que hacer un descarte para cada partido. Una cesión es una de las opciones que baraja el club, pero no cierra ninguna puerta. La ilusión es ver al internacional con la camiseta verdiblanca, un refuerzo de lujo para plantar cara al Barça.