El Paris Saint-Germain jugará la primera final de la Champions en toda su historia después de imponerse al RB Leipzig en la primera semifinal del formato exprés que está decidiendo la máxima competición continental en Lisboa, gracias al recital de Ángel di María, autor del segundo tanto y arquitecto de los otros dos goles .

Casi diez años y una inversión multimillonaria, apoyada por el aroma de los petrodólares cataríes, ha necesitado el conjunto parisino para meterse en la final de la mejor competición del mundo. Lo hizo sin sufrimiento, todo el que padeció ante el Atalanta en la ronda previa, gracias a una victoria de postín ante el equipo revelación de la Liga de Campeones. No hubo debate. El PSG lo mereció bien merecedio.

Los jugadores de Tuchel fueron dominantes al comienzo y pronto encontraron la primera ventaja con un cabezazo de Marquinhos tras una falta botada por Di María. El exquisito centro del fideo dejó paralizada a la defensa germana, que no pudo impedir el poderoso remate del brasileño.

El gol calmó a un PSG que salió al verde con la clara consigna de adelantarse y meter miedo a su rival. Las ocasiones fueron casi todas del PSG, cuya claridad en los metros finales fue determinante para exigir a un desdibujado Leipzig. Su técnico intentó mover dos piezas en el descanso pero no surtió efecto ante el segundo tanto de los vigentes campeones de la Ligue 1. Di María completó su gran partido con el 0-2 antes de los 45 minutos.

Antes de que hubiese opción para el tercer clasificado de la Bundesliga fue el momento de Juan Bernat, que completó su buena fase final con otro tanto, el tercero en los cuatro últimos partidos.