La III edición de la Travesía Costa Coruña 2020 se cerró ayer con la prueba celebrada en aguas de Riazor-Orzán, en la que participaron 290 nadadores, 200 en la prueba larga y 90 lo hicieron en el recorrido corto. En una jornada sin competición debida a la situación causada por el Covid-19, la organización decidió convocar a los participantes en una jornada lúdica y solidaria, con la Cocina Económica como beneficiaria, pues se llevó 940 euros.

A las diez y media de la mañana el grueso de los participantes se dieron cita en el arenal de Riazor para realizar el recorrido de 3.000 metros; unos instantes antes los organizadores entregaron a Jacinto Torres, presidente de la Cocina Económica, un cheque simbólico por el importe de la recaudación. A mediodía, la línea de salida se trasladó a la playa del Matadero, desde donde partieron los 90 nadadores que realizaron el recorrido corto, mil metros.

El deporte había vuelta a las calles coruñesas, en este caso a las playas, aunque sin competición, con la asistencia en directo de las numerosas personas que se habían dado cito en los arenales del centro de la ciudad para disfrutar de una jornada enteramente veraniega. Trajes de neopreno, a pesar de que los bañistas aseguraban que la temperatura del agua era "muy buena" y mascarillas, para seguir el protocolo marcado por la organización.

Fueron dos pruebas que permitieron mantener viva la esencia de la Travesía Costa Coruña, iniciada el pasado 26 de julio en el concello de Oleiros, con tres recorridos diferentes (los participantes partieron desde Mera, Santa Cruz y Bastiagueiro) para finalizar en la playa de Santa Cristina. Y en ambas estuvo presente la regatista Sofía Toro.

La de ayer fue la segunda y la última de este 2020 -en ediciones anteriores la organización llegó a programar siete pruebas-, y cumplió con el objetivo de incentivar a los deportistas, mantener la travesía con vida y cumplir con los protocolos sanitarios establecidos.