Leo Messi ha dado el primer paso para irse del Barça. Ha comunicado, a través de un burofax, que quiere abandonar el Camp Nou. Da ya por concluido su largo ciclo de azulgrana (lleva 20 años en Barcelona) y planea nuevas experiencias. Quiere irse gratis, algo que el Barça no contempla, pero el aún capitán considera que, ahora sí, ha llegado el momento de explorar el fútbol más allá del Camp Nou.

Hay tres clubs que le aguardan con los brazos abiertos, conscientes tanto el París SG, donde se reencontraría con Neymar, como el Manchester City, en el que tendría de nuevo a Guardiola de entrenador, como el Inter de las dificultades económicas que suponen esta operación. El Barça, a la espera de que se inicie la batalla legal con el astro, recuerda que su cláusula de rescisión es de 700 millones de euros.

Logre o no ejecutar Messi esa cláusula de rescisión a la que pretende acogerse de forma unilateral, a pesar de que la directiva azulgrana sostiene que ya ha caducado porque el plazo expiraba el pasado 10 de junio. Pero la estrella cree que podrá encontrar una fórmula legar para iniciar su primera aventura fuera del Camp Nou, ya con 33 años.

1.- El salario dificulta su retorno con Neymar

Cobra más Messi que Neymar y Mbappé juntos. Esa es la gran dificultad a la que se enfrenta el Paris SG si quiere reconstruir una parte del tridente azulgrana en el Parque de los Príncipes. El salario de la estrella azulgrana condiciona todos los planes.

A no ser, claro, que implique la salida de Neymar o de Mbappé para hacerle hueco en la escala salarial del club francés. Ambos tienen contrato hasta el 2022. Pero el PSG buscaría, sobre todo, prolongar la continuidad de Mbappé (21 años) o de Neymar (28) ante la veteranía de Messi (33).

Falta saber si el conjunto francés se expondría a rozar (o superar) los límites del fair play financiero si acaba seduciendo a Messi para completar un trío de ensueño junto a Neymar y Mbappé.

2.- El 'factor Kun' más el 'factor Pep'

El City, según ha informado ESPN, lleva semanas trabajando en la elaboración de un plan económico para saber si dispone del músculo financiero que le permita llevarse a Messi a la Premier. Tiene, además, un par de elementos a favor para ganarse la confianza del astro argentino.

En Manchester está el Kun Agüero, uno de sus mejores amigos en el fútbol, a quien quiso traerse hace seis años al Camp Nou, y Di Maria. Al final, acabó fichando el Barça a Suárez, convertido en una de sus referencias en la última etapa azulgrana.

Además, el City está siendo muy observado por la UEFA después de que el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) anulara la sanción de dos años sin poder participar en las competiciones europeas. Ahora, puede jugar la Champions. Y está Guardiola, que aterrizó en Inglaterra en el 2016, el técnico que mejor le ha entendido a Messi en su carrera deportiva. "El mejor entrenador que he tenido es Guardiola", ha dicho en varias ocasiones el aún capitán azulgrana.

3. El sueño interista

Hace semanas que el Inter anda ilusionado con la posibilidad de fichar a Messi y no únicamente porque Jorge, su padre y agente, haya comprado un piso en Milán, estableciendo, además, su residencia fiscal.

Como ya ocurrió con Ronaldo, cuando dejó el Madrid para irse a la Juventus, la fiscalidad italiana es mucho más favorable para los futbolistas que la inglesa (City) o francesa (Paris SG). Está también el factor Conte, el técnico del Inter, que fue confirmado en el cargo este pasado martes después de una reunión con Steven Zhang, el joven propietario chino (29 años) del club lombardo.

Tenía el dinero para enfrentarse a un fichaje faraónico, pero la crisis provocada por la pandemia, ha limitado sus recursos, por lo que Zhang le dijo a Conte que solo ficharán si antes venden a uno de sus grandes jugadores. Lautaro, el nueve perseguido por el Barça desde hace meses, encaja en ese retrato del mercado trazado por el ambicioso dueño del Inter.