Enmanuel Reyes Pla (La Habana, Cuba, 1992) aspira en convertirse en representante del deporte coruñés en el los Juegos Olimpicos de Tokyo 2021. Nació en Cuba y apenas lleva unos años en A Coruña, a donde llegó tras un largo periplo que lo llevó a campos de refugiados e incluso a estar en la cárcel en diversos países europeos. Compite en pesados (menos de 91 kilos) y solo le faltan dos combates para lograr el billete que lo lleve a Tokyo. Si lo consigue, será uno de los grandes aspirantes a regresar con medallas. "Tiene condiciones para volver con dos oros", esgrime Chano Planos, su entrenador en el Planas Box, equipo al que pertenece. "Quiere representar a España y a A Coruña en los Juegos", afirma el entrenador.

Fue subcampeón absoluto en su país natal, pero no conseguía nunca la oportunidad de combatir en torneos internacionales. Fue cuando decidió dar el salto a A Coruña, donde residen varios familiares. Voló a Moscú, de ahí a Bielorrusia. Regresó a la capital rusa, en donde permaneció varios meses encerrado en un piso porque "si me paraba la policía me iba a exigir dinero y si no lo tenía me abandonaría en un sitio con temperaturas de 20 grados bajo cero", explica el púgil. Consiguió llegar a Austria, donde solicitó asilo político y pasó dos meses en un centro de refugiados. Logró llegar a Alemania, donde fue localizado y lo metieron en una cárcel, antes de reenviarlo de nuevo a Austria. Finalmente consiguió llegar a Barcelona y desde ahí a A Coruña en el verano de 2017.

Una vez consiguió arribar a territorio español, Reyes empezó a ver la luz, tanto en el aspecto personal como en el deportivo. Fue entonces cuando contactó con Chano Planas. "El primer contacto se produce al llegar a Galicia, mi tío conocía a los dos hermanos -también a Manolo, presidente de la Federación Galega de Boxeo y excampeón del Mundo de kick boxing- y me llevó a donde ellos, conversamos y comencé los entrenos inmediatamente en el Planas Box", explica el púgil cubano. "Iba a empezar en el profesional pero me llegó una oferta del equipo nacional español y como lo que yo quería era estar en los Juegos Olímpicos de Tokyo, y los hermanos (Planas) me dijeron que eso era bueno para mí y para el club..., así fue nuestro primer contacto". "El tío nos conocía y nos avisó de su llegada, estuvimos trabajando con él porque quería ser profesional, pero tras hablar con Rafael Lozano (seleccionador nacional) decidimos que lo mejor es que se fuese a trabajar con la selección española porque tiene muchas posibilidades de ser medallista en Tokyo", apunta Chano Planas.

Hablar de los hermanos Planas en A Coruña y en Galicia es hablar de pugilismo de alto nivel. Esto fue lo que animó a Enmanuel Reyes a empezar a trabajar a sus órdenes. "Cuando vi el gimnasio me impresionó ver un local tan grande y con mucho ambiente de boxeo, en aquel momento coincidí con el inicio de Martiño Río, que fue dos veces campeón de España y al día siguiente de tener una reunión sobre mi carrera ya me puse a entrenar con Chano Planas", explica un Reyes feliz de haber podido volver al camino de lo que más le gusta, competir sobre un ring. Y ahí empezó su recorrido con destino Tokyo

El trabajo con el Planas Box y sus antecedentes llevó a la Federación Española de Boxeo (FEB) a centrarse en su figura, ya que había enormes posibilidades de que consiguiese un billete para los Juegos Olímpicos de Tokyo, que fueron aplazados a causa del Covid-19. Pero había que solventar una serie de requisitos legales. El primero era que como no tenía papeles no podía competir, fue cuando la FEB agilizó los trámites para que obtuviese la nacionalidad española. "Estoy muy agradecido a la Federación por todo el apoyo que me brindó en ese momento", asevera Reyes. En enero de 2020 obtiene el pasaporte español, lo que le permitió volver a las competiciones. En marzo participó en el Preolímpico de Londres, donde ganó su primer combate, pero ya no tuvo más oportunidades de combatir porque el Covid-19 provocó la paralización de toda actividad deportiva. "Fue una decepción porque estaba mentalizado y preparado para ganar ese torneo y representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokyo", se lamenta.

Una carrera llena de obstáculos, primero por todo lo que le tocó vivir desde que decidió iniciar el viaje a A Coruña; después se encontró con una pandemia mundial. "Todo el camino ha estado lleno de obstáculos, pero la vida es así y es lo que te hace más fuerte", asegura Reyes. "Salir de Cuba ya fue difícil porque dejé muchas personas queridas y no sabía lo que me deparaba la vida para llegar a A Coruña; fueron meses difíciles brincando fronteras, trancado en un piso durante meses por miedo de bajar y que la policía rusa me pidiera dinero o me montaran en el coche y me dejara en medio de la nada a 20 grados bajo cero; cruzar para Austria estar otros meses en un campo de refugiados; pasar para Alemania y estar preso en una cárcel para emigrantes durante dos meses más, pero al final de todo gracias a dios pude llegar donde mi familia en A Coruña", añade pleno de felicidad.

Una alegría cortada de tajo cuando iniciaba el último tramo del camino hacia Tokyo; otro revés que se cruzó en su camino. "Esto del virus me dejó a medias con el clasificatorio, pero si dios quiere estaremos de vuelta para obtener la clasificación. Solo me quedan dos peleas para obtenerla pero cuando tenga el pase y esté clasificado del todo, mi objetivo será después obtener, con el favor de Dios, el oro olímpico". Dos peleas que tendrá que realizar en febrero o marzo del próximo 2021, aunque todavía falta la confirmación. "Esperemos que todo vuelva a la normalidad y poder competir para buscar la calificación; el calendario está lleno de torneos y solo es esperar que el virus nos deje realizar y por eso no bajamos la guardia y seguimos entrenando fuerte", afirma un convencido Reyes.

Pendiente de que los protocolos sanitarios lo permitan, el púgil hispano-cubano, que representa al boxeo coruñés, explica como lleva su preparación. "La preparación la llevo bien no podemos tener contacto pero si trabajamos las cosas técnicas para pulir deficiencia y la parte ficticia para fortalecer más y estar mucho mejor para cuando se retomen las actividades". Todo optimismo a pesar de las dificultades que tuvo que atravesar durante sus 28 años de vida. "Es su forma de ser", comenta Chano Planas, que explica como es el boxeador: "A Enmanuel no se le puede enseñar a boxear, lo sabe todo, simplemente hay que prepararlo bien física y mentalmente y dejarlo disfrutar en el ring, posiblemente sea la persona que recoja el testigo de Manolo Planas y vuelva a llenar el Palacio de los deportes de Riazor". Antes, todo pasa por los Juegos Olímpicos. Por alcanzar una plaza y posteriormente el triunfo, para compensar la confianza de los hermanos Planas y el esfuerzo de su tío, que se desplazó incluso hasta Rusia para ayudarle a llegar. "Tiene muy buenas condiciones; es algo innato", añade Chano Planas