Alejandro Gómez vive un periodo de relativa placidez dentro de su delicado estado. El atleta olímpico, que sufre un tumor cerebral inoperable, está finalizando un tratamiento con radioterapia y quimioterapia que ha contenido el crecimiento del tumor y que le ha permitido recuperar calidad de vida. "Vamos viviendo el día a día", resume sobre su actitud. Gómez efectuó estas revelaciones en una entrevista en Onda Cero.

Fue a mediados de junio cuando se conoció el grave estado de salud del corredor. El gallego sufría unas molestias que atribuía a un percance automovilístico. Pero los médicos acabaron diagnosticándole ese tumor maligno en una zona del cerebro que impide cualquier solución quirúrgica. La peor de las previsiones apuntaba a dos o tres meses de vida. "Notaba un pequeño malestar. Pensé que era de un accidente de tráfico que había tenido. Fui al médico y me dijo que no era del accidente. Encontraron el bulto en la cabeza. Mi salud empezó a perjudicarse. No era capaz de estar de pie", relata Alejandro Gómez. "Me lo pintan tan mal que estaba muy chungo yo".

Asegura que siempre quiso la máxima sinceridad sobre su situación: "Lo pregunté todo. Quería saber todo. Era mi vida. Y me lo dijeron". Junto a su mujer, Paula, y su psicóloga, Delfina Vicente, comenzó a adoptar decisiones sobre cómo quería afrontar el proceso: "No quería hacer la biopsia. Podía quedar yo fatal. Decidí hacer solo la quimio. El médico estaba a mi favor y tiramos para adelante".

Gómez aclara: "Sí me di cuenta de lo que estaba viviendo desde el primer día. Hay que intentar no olvidar quién eres ni lo que estás haciendo. Estamos de paso. Nunca he hecho planes y nunca los haré. No pasé miedo. Pero no entendía lo que me estaba pasando".

"Claro que le das vueltas. No te encuentras bien con la medicación. Es un cúmulo de circunstancias lo que te toca vivir y hay que tirar para adelante", admite. "No arreglo nada con pagarlo con la gente que está a mi lado. Arreglarlo es hacer frente a la realidad", aseveró.