Gareth Bale puso ayer un punto y aparte a su periplo en el Madrid, el club que apostó fuerte por él en el verano de 2013 para traerle como crack y que ahora lo cede al Tottenham tras siete años de más a menos, plagado de lesiones y problemas, pero cargado con títulos y siendo clave en algunos de ellos.

El de Cardiff retorna al club donde despuntó y donde provocó que Florentino Pérez posase sus ojos en un futbolista explosivo por el que tuvo que pagar cerca de 100 millones de euros. Fichado con 24 años recién cumplidos y con rango de estrella para formar la afamada BBC junto a Benzema y un Cristiano Ronaldo que le 'obligó' a jugar casi siempre en el lado derecho, tenía la misión de marcar goles, pero tras un buen arranque, se fue diluyendo hasta marcharse con 105 en 251 partidos.

Sólo en su primera temporada y en la 2017-2018 superó la veintena de tantos (22 y 21 respectivamente), pero curiosamente en ambas ocasiones logró algunos de los goles más vitales en su paso por el conjunto merengue, al que ayudó a la conquista de varios de los 16 títulos que se lleva en la maleta a Londres. Así, en su primer año, con Carlo Ancelotti, marcó el gol de la victoria en los compases finales de la final de la Copa del Rey ante el Barcelona. Meses después, marcó también el 2-1 en la prórroga de la final de la Champions ante el Atlético y levantó su primera Orejona. En el máximo torneo continental sólo marcó 16 goles en siete temporadas, pero, sin duda, dejó uno para el recuerdo en la final de 2018 ante el Liverpool, con aquella chilena que supuso el 2-1 en Kiev, refrendada después por otro gol con colaboración de Karius.

En la última época pareció casi siempre más a disgusto, encontrando solo refugio cuando se iba con su selección o en el golf. Estuvo cerca de marcharse el verano de 2019, pero terminó quedándose, pero solo marcó dos goles.

Estreno en San Sebastián

El Madrid inicia hoy en el Reale Arena (21.00 horas) su defensa del título de Liga, en una segunda jornada en la que el noruego Martin Odegaard regresa a la que fue su casa y en la que la Real Sociedad espera volver a convertirse en la bestia negra del conjunto blanco. Los de Zinedine Zidane vuelven a la acción prácticamente con el mismo grupo. Solo la vuelta de los cedidos Odegaard, Lunin, Odriozola y Borja Mayoral renueva la plantilla.