El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo de la ATP, conquistó el torneo de Roma tras derrotar en dos sets (7-5, 6-3) al argentino Diego Schwartzman y conseguir de este modo su trigesimosexto Masters 1.000.

El tenista de Belgrado olvidó así la decepción sufrida en el pasado US Open con su descalificación en los octavos de final por dar un pelotazo involuntario a una juez de línea y desempató con Rafa Nadal en títulos en torneos de esta categoría, presentando su candidatura para Roland Garros.

Nole heredó el trono del balear en el Foro Itálico, donde reinó por quinta ocasión en su carrera y por primera vez desde 2015, después de un partido sólido, donde supo reponerse a un mal inicio ante el verdugo precisamente del de Manacor, al que no le alcanzaron finalmente las fuerzas para dar la sorpresa ante el balcánico.

Djokovic cerró el partido con 29 golpes ganadores, 18 de ellos con un drive que le funcionó a la perfección para desarbolar a su rival, que también tuvo sus opciones, sobre todo cuando inició el encuentro con dos breaks y un amenazante 3-0.