En solo tres años, Diego Veiga pasó de iniciarse en el remo a formar parte de la selección española juvenil y participar en el Campeonato de Europa de la categoría que empieza hoy en Belgrado (Serbia). Una meteórica carrera que inició en aguas coruñesas y de la mano del equipo bergondés Olímpico de Mandeo. "Veraneo en A Coruña porque mis abuelos son de allí", aclara. Él vive en Miami, donde está destinado su padre. Pero ahora su historia de amor con el remo lo acerca más a sus orígenes. De momento, no tiene planes de futuro más que competir en la cita continental, hacerlo lo mejor posible y disfrutar del momento.

"Vine un verano, como todos los años desde que soy pequeño, y estaba aburrido en casa. Por eso fui a remar y allí me encontré con los del Olímpico de Mandeo. Comencé a entrenar y es como empecé a conocer a todo el mundo", relata sobre sus inicios. No hace tanto tiempo. Unos tres años para pasar de cero a la selección, aunque matiza que de cero, cero no empezó. "Siempre hice deporte, toda mi vida", aclara. Su pasado en la natación y el fútbol le dio un buen fondo y forma física que ahora aprovecha para destacar en remo, aunque sí que reconoce que un poco "sorprendido" por su rendimiento en tan poco tiempo sí que está.

Durante las últimas semanas estuvo concentrado en Laias (Ourense) para preparar el campeonato, para el que se clasificó después de unas pruebas realizadas por los técnicos de la selección española. Y ya desde el miércoles se encuentra en Belgrado para irse adaptando al campo de regatas. Compite mañana y el domingo en el cuatro scull y el único objetivo es hacerlo lo mejor posible. "Sabemos que si lo hacemos bien podemos estar muy arriba", dice.

No se plantea más allá que disfrutar del momento y eso pasa por lo que le espera en el Europeo, en Belgrado. "Ya veremos lo que pasa después de que se acabe este campeonato", valora. Pero sí que reconoce que si quiere seguir en el remo, un deporte que le ha enganchado por "su compañerismo y porque es un deporte de agua", tiene que mejor la técnica. "Es fundamental saber cómo utilizar la fuerza para ser más eficaz", comenta, algo que suple con su buena forma física. Pero siempre disfrutando del día a día. Una lección que el coronavirus ha acentuado en la vida de muchos. En su caso, le tocó pasar el confinamiento en su casa de Miami. "Allí, en Estados Unidos, fue diferente porque podíamos salir a correr. Pero yo me quedé en casa, haciendo bici y ergómetro. También tenía clases online. Así que entre eso y hacer los deberes se me pasaron los días hasta que por fin me pude venir a España para la concentración", relata.

Iria Jarama, próximo turno

El Olímpico de Mandeo está teniendo un regreso a la competición intenso con varias citas internacionales en el calendario de sus deportistas. Las abrió Iria Jarama hace dos semanas, en el Campeonato de Europa sub 23 en el que a bordo del cuatro sin timonel se clasificó en quinta posición. Ahora, la coruñesa se encuentra concentrada en Amposta para su próximo reto, que será del 9 al 11 de octubre el Europeo absoluto, que se disputará en Poznan (Polonia). Repetirá en el cuatro sin timonel con Vicky Cid, Nuria Puig y Aitzpea González, que son las elegidas para intentar la clasificación del barco español para los Juegos Olímpicos. Jarama ya estuvo en Tokio el año pasado, donde disputó el Mundial júnior. Para regresar a la capital nipona, se trasladará a vivir a Cataluña para entrenar de forma regular en el centro de alto rendimiento situado en el lago de Banyoles junto con sus compañeras mientras inicia sus estudios de Enfermería en Girona.