El Bayern Múnich se proclamó campeón de la Supercopa de Europa tras derrotar a un Sevilla heroico que resistió hasta la prórroga, pero que terminó sucumbiendo a la máquina bávara, que gozó de multitud de ocasiones hasta que Javi Martínez decantó la balanza a los 104 minutos de partido.

No hay que frene a este Bayern, un equipo mayúsculo que lleva seis meses en estado de gracia. En concreto, 22 partidos consecutivos sin perder que le han dado la Bundesliga, la Copa, la Champions y la Supercopa de Europa pese a la capacidad de resistencia del Sevilla, que también tuvo sus opciones de cambiar el signo de la final.

La noche no pudo comenzar mejor para el seis veces campeón de la Europa League, que no esperó al primer cuarto de hora para tomar ventaja en el marcador. Una jugada del eterno Jesús Navas, el mejor del conjunto andaluz, terminó en el pecho de De Jong, que entregó a Rakitic en posición franca para el remate. El croata, que redebutaba como jugador sevillista, fue derribado por Alaba.

El árbitro dudó en su decisión, pero acabó señalando el punto de penalti. Lucas Ocampos no falló y adelantó a los suyos contra todo pronóstico. El gol enrabietó a un Bayern que desplegó todo su poderío minutos después y sometió al equipo de Julen Lopetegui. El dominio en el centro del campo pronto se tradujo en trabajo para Bono.

El peligro era constante y más que evidente. Primero fue Muller, que perdonó en el área pequeña, luego Pavard, que rozó la madera con un disparo violento y después Lewandowski completó el carrusel de ocasiones con una mala vaselina que no superó a Bono por muy poco. Dos minutos después del mano a mano del delantero polaco llegó el empate. El cántaro había ido demasiadas veces a la fuente.

El Sevilla resistió con orgullo y carácter. No fue fácil contener el juego de su rival, pero derrochó coraje en su área, con Diego Carlos y Koundé apagando todos los fuegos y Fernando incrustándose entre la posición de ambos como si fuese un zaguero más. Lopetegui había exprimido su pizarra para desesperar al campeón alemán.

El campeón de Europa dominaba, pero no lo plasmaba en el luminoso hasta que En-Nesyri tuvo la mejor ocasión del partido en un mano a mano a cuatro minutos para el final. El ex del Leganés se topó con Neuer, que detuvo el zurdazo al palo corto frustrando un final épico y llevando el envite a la prórroga.

En la media hora final, el Sevilla sabía que no tendría muchas más y que su mejor carta eran los penaltis. El esfuerzo hizo mella en los de Lopetegui. Pero no hubo esa suerte. A un minuto del descanso de la prórroga apareció la cabeza de Javi Martínez para llevar el título a Alemania.