La queja de la Adesp (la Asociación del Deporte Español que engloba a las más importantes, como la baloncesto, tenis o balonmano) sobre este protocolo de la Xunta supone una brecha en un acuerdo para el regreso del deporte no profesional que cerró con fisuras el CSD y el ministerio de Cultura y Deporte el pasado 19 de septiembre. Un día antes, la presidenta de la máxima autoridad del deporte español, Irene Lozano, aún con el viento de cola por su actuación en el caso Fuenlabrada, dio por rotas las negociaciones y tuvo que ser Rodríguez Uribes, apoyado en el presidente del COE Alejandro Blanco, el que abriese nuevas vías de diálogo y cerrase un marco de entendimiento, que ahora se revela que tenía zonas oscuras.