Como si debiera un regalo a esa afición fiel que no se apartó de su lado en los momentos más difíciles, el Liceo destapó en un partido lo que se tuvo que guardar durante siete meses. Insaciable. Incansable. A un ritmo insoportable. Velocidad de bola. Superioridad física aplastante. U unos recursos técnicos y tácticos inagotables. Así cayó un gol tras otro. Al Taradell no le salían las cuentas. Parecía que había dos jugadores verdiblancos por cada uno de ellos. Segunda demostración de los de Juan Copa. Y goleada antes de afrontar la visita al Barcelona en la próxima jornada, partido que se disputará el próximo lunes 12.

Era la presentación en el Palacio de los Deportes de Riazor de los fichajes Jordi Adroher y César Carballeira y ellos se inventaron el primer gol. Asistencia del catalán y remate del coruñés. Era el minuto ocho y ya lo habían intentado un par de veces antes. La calidad de Carballeira ya se había paseado por su casa muchas veces. Pero para Adroher era su primera vez como local en A Coruña. Y su actuación dejó claro por qué su llegada ha levantado tanta ilusión. Su patín marca la diferencia. Minutos de calidad, estuvo en todos lados, atrás, metido en el área, asistiendo, disparando. Y anotó las directas. Una delicia.

El nombre del día, en cuanto a goles, fue el de Roberto di Benedetto. Seis. Igualó la marca que comparten, en el hockey sobre patines moderno, Jordi Méndez, Pablo Álvarez, Edu Fernández y Toni Pérez, que lo consiguió en dos ocasiones, con el Liceo y el Cerceda. Con 15 tantos en el marcador, hubo protagonismo repartido. Porque marcaron todos. El último, el canterano Dani López, que completó la convocatoria. El repertorio también fue variado. Un abanico de recursos que dejó demostrado que este año hay Liceo para soñar a lo grande.