El OAR Coruña abrió ayer la temporada en San Francisco Javier con derrota por 24-33 ante el Lanzarote, uno de los favoritos de la Primera Estatal que echó a andar este fin de semana. Pero fue uno de esos partidos perdidos que deja con buen sabor de boca porque los cachorros de Pablo Aguirregabiria, un baby OAR plagado de canteranos y jugadores muy jóvenes que debutaban con el primer equipo, plantó cara hasta el final. Por lo menos hasta cuando faltaban solo cinco minutos y entonces la diferencia ya se acentuó tanto en la pista como en el marcador. Buenas sensaciones para una plantilla que es 100% de la casa y con la que luchará por la permanencia.

Entre esos canteranos que están llamados a liderar la nueva generación están los hermanos Pereira. Pedro, el mayor, y Juan, el pequeño, lideraron la ofensiva coruñesa con cinco goles cada uno. Completaron el apartador anotador Daniel Mcnamee (4); Pablo Martínez y Diego Piñera (3); Luis Moreno (2) y Santiago Lojo y Adrián López (1). Por los canarios, el máximo artillero fue Mikita Liavonau con siete tantos por los seis de Pablo Rodríguez y Mikita Bence.

La próxima jornada, al OAR le tocará devolver la visita a las islas, aunque en esta ocasión a la de Las Palmas, para medirse al Balonmano Ingenio. De hecho, los coruñeses se medirán a los cuatro equipos canarios en las cinco primeras jornadas.