El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 a 2021 fue un contratiempo para muchos deportistas, pero para otros, una nueva oportunidad. Es el caso de Iria Jarama.La remera del Club Olímpico de Mandeo iba a competir en mayo en el Preolímpico con el cuatro sin timonel español para luchar por una plaza en la cita nipona, pero con solo un mes de preparación junto al resto de sus compañeras. Ahora, el joven barco nacional (con tres integrantes sub 23 y solo una absoluta) tiene un año más para entrenar, acoplarse, ganar experiencia y llegar al próximo mes de mayo con más opciones de clasificación en el nuevo Preolímpico. Por eso la coruñesa ha decidido poner todo de su parte para luchar por el sueño olímpico y se ha trasladado a Girona para prepararse con el equipo nacional. La primera prueba la tendrán este fin de semana en el Campeonato de Europa absoluto que se disputa en Poznan (Polonia). El único objetivo para ellas es aprender y, de paso, ver en qué punto se sitúan con respecto al nivel de las que en ocho meses serán sus rivales.

"Hace un mes estuvimos en el Europeo sub 23, que para mí era mi primer año en la categoría -el pasado todavía era júnior- y realizamos un buen papel ya que acabamos quintas", comenta. Para la cita continental absoluta el barco lo formarán prácticamente las mismas, que son las elegidas para el Preolímpico. Vicky Cid, Nuria Puig y Aitzpea González son sus compañeras en esta aventura. "Queremos coger experiencia de cara a ese Preolímpico, que obviamente es nuestro objetivo final", señala Jarama, "pero somos muy jóvenes, por lo que vamos con cero presión". Indica, no obstante, que eso no resta ambición a su participación en el Europeo: "Siempre vamos a por la final A. Pero tenemos que ser conscientes de que va a ser muy duro. Habrá equipos con mucha más experiencia. Si logramos final A, tan contentas. Si no, también nos vale la B o la C, siempre que demos todo lo que podamos en competición".

Es una prueba para aprender y también de cierto espionaje. En mayo, en el Preolímpico, sus rivales serán principalmente europeas, pero hay que descartar a las que ya se clasificaron en el pasado Mundial, un total de ocho países. "El nivel está muy alto. Solo habrá dos plazas en juego. Así que vamos a ver cómo estamos", reflexiona. A partir de ahí, el equipo, que ha estado de concentración en Amposta (Tarragona) de cara a la cita, ya sabrá cuánto tendrá que mejorar y la distancia que le separa de las favoritas para enfocar la preparación de los próximos meses. Incluso si está más cerca de lo esperado, lo que le daría alas para afrontarlos con más ilusión y esperanzas.

Iria Jarama ha decidido apostar fuerte por el remo. Después de varios años sopesando la opción de irse a estudiar la carrera universitaria a Estados Unidos, finalmente se ha trasladado a Girona para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento Nacional instalado en el lago de Banyoles y, a la vez, seguir con sus estudios de Enfermería. "Si me marchaba a Estados Unidos, después iba a ser más complicado entrar en el equipo nacional. Y ya no me podía quedar más en casa", reconoce. Era el momento de dar un paso más y encontró todo el apoyo que necesitaba en su familia. "Están encantados y me animaron mucho porque saben que esto es lo que necesito y quiero en este momento", dice. El destino final fue Girona. Porque por un lado le permitía seguir con sus estudios. Y por otro, es la base de la selección española y allí ya estaban dos de las que serán sus compañeras en el barco. "En el centro estamos tres juntas pero para entrenar estamos las cuatro porque una va y viene", expone.

Tendrá poco tiempo para venir a casa. "La Navidad, algunas vacaciones... lo que nos deje la selección", afirma, no muy preocupada, con la ilusión de quien está cumpliendo un sueño que comenzó no hace tanto bajo el puente del Pedrido, donde se inició en el remo de la mano de Manel Landeira en el Olímpico de Mandeo. Y parece que la experiencia irá para largo. Teniendo en cuenta la juventud de las cuatro integrantes del barco, si no hay suerte para Tokio 2021 la idea es mantener el grupo hasta el siguiente ciclo olímpico, para París 2024. "Las cuatro estamos apostando por ello y pase lo que pase en el Preolímpico, seguiremos", apunta. Hace solo un año que su objetivo era estar en Tokio, pero en el Mundial juvenil. Lo consiguió. El nivel sube a un ritmo inesperado. "El cambio es muy grande", dice. Pero la coruñesa lo asume con tanta naturalidad como ambición.