La Xunta manda, Adesp amenaza y los clubes, en medio. La norma del gobierno autonómico que obliga a pasar test serológicos de coronavirus cada 14 días a los equipos de categoría nacional no profesional en Galicia, así como a los que vienen a competir contra ellos, ha puesto en pie de guerra a algunas federaciones, las de patinaje y las de balonmano entre las más díscolas.

Los equipos coruñeses en esta situación son 17: Liceo (el primer equipo y su filial), Borbolla, Compañía de María y Dominicos de hockey sobre patines; Deportivo, Deportivo Abanca, Fabril y Silva de fútbol (estos dos últimos en un grupo en el que no reciben visitas de fuera de Galicia); Viaxes Amarelle y Distrito Ventorrillo de fútbol sala; Leyma y Maristas de baloncesto; Zalaeta y Calasancias de voleibol y OAR de balonmano.

La mayoría acata el protocolo autonómico por el bien común en el contexto de una pandemia y, salvo problemas y dudas con la financiación, no entiende el revuelo y se siente en medio de una guerra de poder ajena que carga en los clubes, ya de por sí exprimidos, con todas las responsabilidades. Otros aprovechan para cavar más hondo y cargar contra el CSD por lavarse las manos y contra las federaciones por primar los intereses económicos y darse demasiada prisa en iniciar unas competiciones no profesionales y para nada seguras.

Hay tantos problemas como circunstancias particulares de cada uno de los equipos. Y tantas diferencias como disciplinas a las que pertenecen, porque hay federaciones en las que el protocolo es incluso más restrictivo que el de la Xunta. Mientras, otras dicen no poder asumir esas condiciones y se aferran al "recomendable" del protocolo del CSD y no al apartado en el que aparece reflejado la autoridad de cada comunidad en su territorio. Las opiniones están muy divididas. Pero se pide unidad. Se pide financiación. Y, sobre todo, se pide sentido común.

Baloncesto. El problema del Maristas (Liga Femenina 2) y del Leyma (LEB Oro) no es pasar los test serológicos de la Xunta cada 14 días. En su caso, la Federación les obliga a hacer uno de antígenos al menos 72 horas antes de cada partido. La primera jornada ya fue un fiasco en el caso de las chicas porque los test de la Federación, que cubre los tres primeros partidos en ambos casos, no llegaron a tiempo. "Estamos en negociaciones para que la Federación nos cubra más jornadas porque el gasto es enorme", señala Aitana Ramos, secretaria y coordinadora del equipo coruñés. La LEB Oro todavía no ha empezado y también están ultimando las condiciones. "La Federación cubre tres jornadas. Nosotros, el resto. Es un gasto que ya tenemos asumido. El problema vendrá si aparece algún positivo y las PCR de todo el equipo tienen que salir también de nosotros. Porque son unos 2.000 euros. Y una vez lo podemos asumir. Pero si esto ocurre en varias ocasiones a lo largo de la temporada...", precisa Juan Carlos Fernández, vicepresidente del Leyma. Además de los test, la Federación obliga a incorporar al staff técnico a tres cargos: delegado de cumplimiento de protocolo, responsable de higiene y jefe médico. Los partidos serán aplazados cuando haya dos positivos.

Balonmano. La Federación Española no incluye test obligatorios en su protocolo, por lo que el de la Xunta choca con él y es uno de los focos de conflicto. El OAR (Primera Estatal) es uno de los afectados. "Es una normativa sanitaria y hay que cumplirla. Pero ahora... ¿quién lo paga? ¿Cómo va a afectar a las arcas de los clubes? Multiplica 25 (euros) por 25 (jugadores). Y eso cada 14 días", reflexiona Francisco Alejandre, su presidente. "La seguridad, por supuesto, es lo más importante. Por eso no entiendo por qué hay que empezar una competición cuando no es segura y se puede facilitar la expansión del virus, que cada vez está más demostrado que tiene mucho que ver con la movilidad. Es que se nos está obligando a viajar por toda España a los clubes no profesionales. Y bajo amenazas de la Federación. Y para mí la única solución es aplazar el inicio de la competición", añade. El OAR ya jugó la semana pasada contra el Lanzarote y esta viaja a Las Palmas. "Tampoco creo que los test sean la panacea", dice en referencia a que desde que se hacen hasta que se viaja puede saltar un positivo, sobre todo en categorías no profesionales en las que la mayoría de jugadores estudian o trabaja y por lo tanto, tienen muchos más contactos y riesgo de contagio. Por eso carga contra la Federación. "Llevamos un mes de peleas. Pero hay prisas. Por empezar y por llegar al 50% de la competición. Por eso se establece que para aplazamientos tiene que haber cinco contagios. ¡Señores, con cinco contagios se tiene que poner todo el equipo en cuarentena! Priman los intereses económicos a la salud", se queja.

Fútbol. Siempre va un poco aparte por las grandes sumas de dinero que habitualmente se mueven, aunque al hablar de fútbol no profesional cambia algo la perspectiva. En el Deportivo, no obstante, están muy concienciados. "Después de todo lo que pasó la temporada pasada nos lo tomamos muy en serio", subraya Carlos Lariño, jefe de lo servicios médicos del club blanquiazul. Los jugadores de todas las categorías hasta cadetes -Dépor y Fabril, Dépor Abanca y Dépor Abanca B y los dos juveniles- pasaron PCR a la vuelta de vacaciones y siguen las indicaciones de la Xunta de realizar test serológicos cada 14 días. "Además tenemos unos de antígenos en el caso de que alguien desarrolle fiebre en el entrenamiento que nos dan el resultado en 20 minutos", desvela. Para él es igual de importante la prevención, "no cogerlo", que la detección con los test. "Hemos hecho un protocolo de actuación para Abegondo. Además de las pruebas, separamos los vestuarios, salas de fisio y los fisioterapeutas de cada uno de los equipos, que no pueden compartir. Allí no se pueden duchar. Hay termómetros a la entrada, geles por todas las instalaciones y carteles recordando el uso de mascarilla y la distancia de seguridad. Y de cadetes para abajo, entrenamientos y partidos con mascarilla. No queda otra", relata.

Fútbol sala. A la Federación no le llegó los "test recomendables" del CSD y realizó un protocolo reforzado con test al inicio y después, aleatorios. El Viaxes Amarelle (Primera División) se aferró a él y después tuvo que adaptarse al de la Xunta. "Dentro de lo malo, es lo menos malo", responde José Núñez Torrado, responsable de prensa. Pero es ahora la Asociación de Jugadores la que exige test semanales. "Nos parece excesivo. ¿Por qué más? En pretemporada hicimos tres veces test y ya nos hemos gastado 1.200 euros", esgrime. "La Federación repartirá unos 200.000 test, que llegarán para 4 ó 5 jornadas. ¿Y el resto? Si tenemos que hacer cada semana, dejaríamos de jugar en enero", añade. Se queja de que el club ha hecho esfuerzos en un año complicado para mejorar las condiciones de las jugadoras, con siete contratos profesionales, pero que no puede más porque las ayudas son muy desiguales: "La Federación da dos millones de euros a repartir entre 32 equipos masculinos. En femenino, 500.000 euros para 89".

Hockey sobre patines. La Federación Española de Patinaje ha sido una de las que peor ha reaccionado a la normativa de la Xunta, no tanto por el gasto que pueda provocar a Liceo, Borbolla, Dominicos y Compañía el hecho de realizar test cada 14 días, sino por los que tengan que asumir los clubes de fuera al venir a Galicia, aunque solo sea una vez al año en el caso de la OK Liga masculina y femenina y tres en el de la OK Plata. "Para nosotros es muy sencillo. En nuestro protocolo ya estaba el hacerlo cada 14 días porque nos preocupamos por la salud de nuestros jugadores -tanto de OK Liga como de OK Plata- y también por la de la gente con la que nos cruzamos en nuestros viajes: personal del aeropuerto, del avión, del autobús, del hotel, del pabellón, los rivales..." , señala Emilio Fernández, vicepresidente del Liceo. "Es un gasto añadido para los clubes pero no hay que olvidar que la situación es la que es... prefiero hacerme los test que quedarme en casa", comenta Teresa Martínez, una de las responsables del Borbolla. En Compañía y Dominicos opinan lo mismo, aunque piden ayuda. "Nosotros nos hacemos los test, ¿pero quién los paga? Nuestro presupuesto ya está muy ajustado", reflexiona José Luis Otero. "No hacen más que ponernos restricciones sin soluciones. No puede ser que todo lo asumamos los clubes", añade Pablo Togores. Parece, no obstante, que la polémica reside en los visitantes. De momento, tanto Alcorcón como Cuencas Mineras, que jugaron en Monte Alto contra el Borbolla, como el Taradell, que se enfrentó en el Palacio al Liceo, los hicieron. Pero hay otros equipos que ya se declararon en rebeldía. "Entiendo que la economía no está muy boyante, pero es un gasto de más o menos 100 euros para preservar la salud de los gallegos. La conversación sería diferente si estuviéramos hablando de 100 euros por test", dice Fernández. "Montar un follón por 200 euros... me parece fuerte. Además que no es un capricho. Es que estamos en una pandemia. La propia Federación, en su protocolo, bien por lavarse las manos o bien por no mojarse, prioriza los de las comunidades. Así que lo normal es que se los hagan. No entiendo tal jaleo", aporta Martínez. "¿Acaso quieren otro caso Fuenlabrada?", puntualiza Otero. Pero el asunto más grave de este conflicto, del que los cuatro se declaran ajenos y meros espectadores, lo introduce Togores. "Para la Federación se trata solo de una cuestión de buena voluntad de los equipos que viajan a Galicia y dice que el único protocolo que hay que cumplir es el suyo". Ayer mismo la Federación envió una circular a todos los equipos en la que lo exponía. El problema saltará cuando la Xunta prohiba jugar a un equipo que viene sin test. "Nos han dicho que incluso nos pueden dar el partido por perdido a nosotros".

Rugby. La Federación Española ha sido una de las más cautas en retomar el inicio de la competición. Sin embargo, es también una de las que no exige test para jugar. Insuficiente para el CRAT (División de Honor). "Creo que hay muchos intereses económicos en que se empiecen las competiciones, tirando para adelante sin mirar por la salud de las jugadoras", critica Pedro López-Sors, presidente del club. "Pero está siendo irresponsable mucha gente. Empezando por el CSD, que hizo un no protocolo, con recomendaciones y no normas", continúa. Los test de la Xunta pueden ser una parte de la solución. "Es la Federación la que debería financiar los test porque son inviables económicamente. Es lógico que no haya desplazamientos sin control. Que vengan aquí 23 chicas que van a contagiar a otras 23 en un campo durante 80 minutos", responde. Para él, el riesgo es "importantísimo". "En nuestra liga hay que viajar y jugar con cuatro equipos madrileños. La Federación establece en cinco los contagios para suspender un partido. ¡Pero es que aunque haya uno solo nos vamos todos para casa!", insiste. Habla con conocimiento de causa. El equipo acaba de retomar esta semana los entrenamientos después haberlos suspendido al haber saltado un positivo. "Las chicas tienen sus estudios, sus trabajos. ¿Y si se contagian por jugar un partido y pierden sus trabajos? No somos profesionales. Es todo complicadísimo. La única solución es no jugar, ¿qué problema hay? Pero si se renuncia, se pierde la plaza", concluye. El Universidade de Vigo ha sido el primero en dar el paso y declinar su participación en la División de Honor B masculina.

Voleibol. El Zalaeta (Superliga 2 femenina) y el Calasancias (Superliga 2 masculina) están a una semana de iniciar la competición y empezarán ahora a pasar los test. "Nosotros seguimos entrenando con mascarilla", dice Jorge Barrero, entrenador del Zalaeta, "y nos haremos ahora los test, que son un gasto, pero se está negociando desde la Asociación de Clubes para adquirir unos más económicos". Joseba Pajuelo, presidente tanto de dicha asociación como del Calasancias, apechuga con la norma de la Xunta, pero cree que tendría que ser un asunto del que se encargara Sanidad: "Es como si te piden que te pongas la vacuna de la gripe y que la compres tú y le pagues a un enfermero y a un médico. Si nos tenemos que hacer los test, que venga alguien a hacérnoslos". Por parte de la Federación Española no han encontrado muchos problemas. "Gracia no le hace pero no se mete desde el momento en que su propio protocolo dice que aunque son recomendados y no obligatorios, el protocolo se supedita a los de las propias comunidades autónomas", señala Barrero. "Han tenido muchas prisas por empezar las competiciones", se queja Pajuelo, "y el CSD se ha lavado las manos, pero es que lo ha hecho desde el primero hasta el último, desde lo más arriba a lo más abajo, y todo el peso está recayendo en los clubes sin que nadie les aporte nada". Pajuelo pide "unanimidad de criterios". "Está el protocolo del CSD. El de la Federación. El de la Xunta. El del Concello. Todos con criterios diferentes. Es que por necesidad nos vuelven locos", estalla. Barrero espera no tener problemas y recibir comprensión por parte de la Federación para aplazar partidos según la situación sanitaria de cada autonomía. "Tenemos cinco partidos seguidos contra equipos de Madrid y no sabemos qué va a pasar. Intentaremos aplazarnos", adelanta.