Ilusión y competitividad son los lemas que guiarán al Viaxes Amarelle en su regreso a Primera División de fútbol sala femenino. Será la tercera aventura del club coruñés en la máxima categoría nacional. En las dos anteriores no pudo lograr la permanencia y solo duró un año su estancia en la elite. En ambos casos, el equipo naranja pagó el peaje de los novatos. Por eso el entrenador Jorge Basanta avisa de que hay que competir desde el minuto uno. La plantilla, renovada hasta con seis fichajes, da un paso al frente tanto en experiencia como en juego. Y quiere demostrar que su sitio está en Primera en una de las temporadas más difíciles por las circunstancias que le rodean: "La planificación es semanal y tenemos que esperar a que el jueves y el viernes se hagan los test para saber si se puede jugar".

Pasó la semana pasada. El Amarelle no pudo jugar el primer partido de la competición por un positivo en el equipo contrario, el Ourense Envialia. Por eso le toca debutar en su feudo frente al Esplugues , que llega líder tras ganar la semana pasada por 6-1 al Cidade de As Burgas (Sagrada Familia, sábado a las 17.00 horas). "Es un partido en casa, con nuestra gente y nos hace muchísima ilusión. Es una semana especial para todos y desde el principio, con la intención de hacernos con los tres puntos", comenta Basanta. La competición ha cambiado de formato, con dos grupos, dos fases y cuatro plazas de descenso además de dos de promoción. Objetivo: la permanencia. "La realidad es que venimos de Segunda y hay que ir con pies de plomo", explica. "Todos los equipos que ascienden, vuelven a descender al año siguiente y queremos parar eso, pero es difícil porque hay 6 plazas de peligro de 18 totales. Es difícil pensar en algo más", añade y señala a los posibles rivales por evitar el descenso al Teldeportivo, Zaragoza, Xaloc, As Burgas y Melilla.

Para el reto, la plantilla ha sufrido cambios. e importantes bajas como las de Irune Santiesteban y la internacional holandesa Renee Huizinga. Mantiene una base con las que el año pasado consiguieron el ascenso con Martita, María Gómez, Patri Corral, Sandra Rodríguez, Yaiza Otero y Tamara Gándara. E incorpora seis fichajes: Candela Soria, Cris Lourés, Sofía Rodríguez, Anna Escribano, Leti Rojo y Laura Doce. "Es casi una plantilla nueva", analiza el técnico, que precisa que "todo lleva un proceso" y aunque van por el buen camino, aún les queda para estar al cien por cien. "Ganamos en experiencia en la máxima categoría", indica Basanta, "con gente joven que ya estaba en la categoría pero que tenía ganas de tener más protagonismo como Candela, Leti y Laura, que fueron terceras con el Ourense el año pasado y que vienen a A Coruña para tener un rol más importante, igual que Anna y Cris, y después está Sofía, de nuestra cantera". El entrenador viveirense define a su equipo como "más sólido". "Creo que tenemos más experiencia, peso y equilibrio", continúa.

En general, para Basanta, se ha dado un paso adelante. Tanto en plantilla como en cuerpo técnico y como estructura de club. "Cuando perdimos la categoría dijimos que el objetivo era volver, pero no a toda costa sino cuando se todos estuviésemos preparados", señala y agradece el esfuerzo hecho por el club pese a todas las dificultades. "Hizo un esfuerzo enorme para mantenernos a todos en Segunda", recuerda. Ahora, sin patrocinador, en plena campaña de abonados y con el presupuesto ya muy al límite, se le suman los gastos añadidos como la realización de test cada semana. "Vamos a pasar problemas... pero entre todos intentaremos salir adelante, yo soy optimista", insiste.

La situación es delicada en la temporada de la pandemia. "Tenemos que intentar adaptarnos cuanto antes. Yo creo que en las primeras jornadas puede haber sorpresas", vaticina. El Amarelle ya tiene experiencia en jugar en estas circunstancias en el play off de ascenso del julio pasado. Lo primordial es empezar a sumar desde ya. "Tenemos que sumar desde el principio para no pagar el peaje de hace dos años. En esta categoría si no compites desde el inicio, te pasan por encima. Hay que ir ganando partidos para cuando llegue el final, estemos fuera de la zona de peligro", avisa. En pretemporada el Amarelle ya se ha mostrado como un equipo competitivo. "Queremos llevar al límite los partidos e intentaremos ser un equipo muy aguerrido y que no encaje goles. La categoría es más exigente y tendremos que tener personalidad", concluye.