El Liceo-Vendrell de mañana (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.00 horas) se disputará finalmente a puerta cerrada porque el club verdiblanco entiende que "las nuevas restricciones sanitarias de la Xunta obligan a un ejercicio responsable". Inicialmente la idea de la directiva coruñesa era permitir la entrada de 30 aficionados, un compromiso con los socios que se habían quedado fuera en el último compromiso del conjunto de Juan Copa, contra el Mataró, para el que se agotaron las 300 localidades disponibles. Esa misma cifra fue la que tuvo acceso a las gradas en el otro encuentro como local de la temporada, frente al Taradell.

Pero las circunstancias han cambiado en las últimas semanas. La Xunta ya había reducido la semana pasada los aforos en las instalaciones deportivas, limitándolos a 60 personas en recintos cerrados y a 150 al aire libre. Tras la declaración del estado de alarma, la implantación del toque de queda y ahora, los cierres perimetrales y la prohibición de reuniones entre no convivientes, muchos clubs -el Zalaeta de voleibol y el Silva y el Dépor Abanca de fútbol-, uno de ellos el Liceo, han decidido cerrar sus puertas al público como medida coherente con la evolución de la pandemia en las últimas semanas y como método para evitar al máximo el riesgo de contagios.

Según el protocolo común establecido por la Federación Española de Patinaje mañana al Palacio de los Deportes de Riazor solo podrá acceder el personal imprescindible: jugadores y cuerpo técnico de los dos equipos pero "solo los que figuren en el acta"; árbitros y responsables de la mesa; directivos de los dos conjuntos, de la Asociación de Clubes y delegados de la Federación Española y Gallega; empleados de la instalación y personal técnico "con funciones estrictamente relacionadas con la organización del partido"; médicos y personal de seguridad; prensa y fotógrafos "debidamente acreditados" y los encargados de la retransmisión televisiva o en streaming.

El encuentro, correspondiente a la novena jornada, tenía que disputarse el próximo 24 de noviembre pero ambos equipos llegaron a un acuerdo para adelantarlo ya que este fin de semana no podían jugar sus respectivos compromisos contra Palafrugell y Voltregá por positivos en los rivales. Además de estos dos duelos aplazados, en esta jornada, la sexta, tampoco se disputarán el Caldes-Igualada por un contagio en la plantilla de los primeros y el Reus-Lleida porque los rojinegros fueron los últimos rivales del Caldes.

Aplazado el Borbolla

En hockey sobre patines la jornada coruñesa se limitará al partido de mañana entre el Liceo y el Vendrell porque en la OK Liga femenina el Borbolla vio cómo se aplazaba su encuentro frente al Girona por problemas del rival, que ya no había podido jugar sus últimos compromisos por casos de coronavirus detectados en la plantilla. Todavía sin fecha para recuperar el encuentro, el conjunto de Monte Alto tendrá que esperar otras dos semanas para volver a la acción ya que su siguiente partido será el 14 de noviembre contra el Las Rozas. El Igualada-Areces, el Bigues i Riells-Vilanova y el Cuencas Mineras-Telecable Gijón son los otros duelos afectados del fin de semana.

Descanso en OK Plata

La OK Plata, con el filial del Deportivo Liceo, el Dominicos y el Compañía de María, descansa este fin de semana y no hay encuentros programados, salvo los que por culpa de la pandemia no se pudieron disputar y los equipos habían ido arrastrando de las tres jornadas previas de la competición. Tordera, Jolaseta y Shum serán los próximos rivales de los herculinos.