El Viaxes Amarelle recibió un duro golpe en su visita ayer al Leganés, que le goleó por 8-2 en un partido en el que las coruñesas no merecieron tal correctivo. La pegada local marcó la diferencia entre uno y otro equipo y decantó la balanza, si bien las naranjas no se rindieron en ningún momento, incluso lo llegaron a intentar con juego de cinco (sin portera) en la segunda parte pese a que el resultado ya reflejaba cuatro goles de diferencia. Al Amarelle, que se adelantó en el marcador, se le hizo demasiado largo el encuentro.

Porque las pupilas de Jorge Basanta salieron bien plantadas a la cancha, con presión muy arriba, arrinconando a su rival. El 0-1 de María Gómez en el minuto dos fue su premio. La capitana fue protagonista en las dos áreas porque fue la autora del autogol que le dio el empate al Leganés. Las locales subieron el ritmo coincidiendo con el primer descanso de Martita. Yrezábal y Laura Stone, en dos jugadas rápidas a la contra, ampliaron la renta. Yaiza Otero puso el 3-2 que demostraba la intención del Amarelle de dar guerra. Pero el cuarto local, obra de Puche casi a continuación, le hizo mucho daño y antes del descanso todavía encajaría el quinto (5-2). En la segunda parte, el Leganés, muy ordenado, no dio opciones a las coruñesas, que tras recibir el sexto incluso utilizaron la figura de portera-jugadora para intentar sorprender. Solo les sirvió para que cayera un tanto más, con una goleada que se cerró a tres minutos para la bocina final.