El Madrid arrojó luz a su futuro en la Liga de Campeones tras lograr ayer su primera victoria al imponerse de forma muy sufrida al Inter de Milán por 3-2, en un partido donde estuvo contra las cuerdas y al borde del precipicio tras dejar escapar una ventaja de 2-0.

El conjunto de Zidane evitó complicarse la vida gracias a un gol en el minuto 80 de Rodrygo en uno de sus escasos tiros a puerta de una segunda parte en la que su rival le superó, pero al que le faltó la puntería que sí tuvo el brasileño.

No fue un encuentro brillante de los madridistas, que ni siquiera fueron capaces de controlar el duelo cuando se pusieron 2-0 con los tantos de Benzema y Sergio Ramos. Perdió su ventaja y sufrió, pero se llevó tres puntos de oro que le devuelven todas las opciones en la competición europea.

El partido apenas tuvo control en los primeros 45 minutos. El Madrid salió mejor, de nuevo con el 4-3-3 con Valverde acompañando a Casemiro y Kroos, dejando en el banco a Modric. Las presiones se imponían y provocaban que el juego apenas tuviera continuidad. En una de ellas, Mendy apretó a Achraf y el exmadridista cometió el error de enviar el balón desde lejos a Handanovic. Por allí rondaba un rápido Benzema, que llegó antes para dribrarle y marcar a puerta vacía.

El 2-0 llegó minutos después cuando Sergio Ramos cabeceó inapelable un saque de esquina para celebrar su gol 100 como madridista. Pero los de Zidane no acertaron a manejar su renta y permitieron que el Inter se metiese enseguida en el encuentro. Barella pasó de tacón a Lautaro y este demostró sus dotes goleadoras para el 2-1.

Tras el descanso, el conjunto italiano tuvo más decisión para buscar el empate y al Madrid le continuó costando generar fútbol. Con el partido en su fase más calmada en cuanto a ocasiones, Zidane dio entrada del dúo Vinicius y Rodrygo. Pero el premio fue para el Inter. Una nueva pérdida en el medio acabó con Lautaro sirviendo a Perisic para que el croata pusiese la igualada.

Los de Conte siguieron apretando ante un rival que se iba poco a poco descomponiendo. Zidane tiró de Modric, pero fue Valverde y su poderío el que desenredó el entuerto a falta de diez minutos. El uruguayo se deshizo de rivales y metió un balón en profundidad a Vinicius, que encontró a Rodrygo.