Las olas de praia do Norte de Nazaré, en Portugal. Las Mavericks de California. Y ahora, la Tóxica de O Portiño. La ciudad impulsa el tirón de su mar con el estreno internacional de una ola con denominación de origen coruñesa. La presentación en sociedad será en el Campeonato de España de olas grandes, que se espera que se pueda celebrar de aquí a que finalice el 2020, si las condiciones lo permiten, y donde el local Juan Fernández defenderá el título que logró en febrero de 2019 en La Vaca (País Vasco). "La de O Portiño es ideal para el público, porque se puede ver desde muy cerca desde el paseo marítimo", analiza el surfista. Pero no es la misma con la que se pretende poner a la zona a la altura de las mecas de las olas gigantes, en mar abierto y que puede alcanzar incluso los 20 metros. "Llevamos tiempo creyendo que tiene mucho potencial", añade.

"El Campeonato de España es de remada, con olas de 7 a 11 metros, dependerá un poco del día", explica. "La ola está justo en Coprinos, en la salida del puerto, a mano izquierda. Es una ola buena y al contrario que otras, es ideal para el público porque se puede ver desde el paseo marítimo desde muy cerca. Eso no suele ser frecuente porque normalmente estamos más hacia mar adentro. En ese sentido se parece un poco más a la de Illa Pancha", describe y señala solo un inconveniente: "No es muy constante, se da pocos días al año con las mejores condiciones. A ver si en estos dos meses que se han dado de margen se pueden dar las condiciones ideales de mar y viento".

Su conocimiento de la zona le convierte en uno de los favoritos y principales reclamos de la cita. Pero él se quita presión. "Vendrá gente muy buena", dice, "y yo soy el vigente campeón porque en todo este año, con el confinamiento no se hizo nada". En el último Campeonato de España, era el novato porque se estrenaba en la modalidad de olas grandes y dio la sorpresa. "Conocer el terreno siempre ayuda pero puede pasar como en La Vaca, que nunca había surfeado allí y gané. Tuve suerte y me coincidió bien", recuerda. "Lo de competir en casa ayuda, pero no es una garantía", continúa, pero lo que no esconde es la ilusión y las ganas de tener de público "a amigos, familia y novia".

Después del Campeonato de España la apuesta se elevará. También en O Portiño, pero mar adentro, se da una ola de 20 metros que puede situar a la ciudad en el foco mundial. "Esta es diferente, porque no la puedes remar, te tienen que llevar hasta arriba en remolque de moto acuática", matiza. "Tanto Eric Rebiere -su entrenador, un especialista en cabalgar olas gigantes- como yo siempre creímos que era una ola con mucho potencial porque además de ser grande es bastante segura, es un buen sitio y además, al lado de casa", se extiende en su análisis y también pone un pero: "Lo único malo es que depende bastante del viento y por eso es difícil escoger el momento ideal".

Materia prima

A Coruña, rodeada por mar, y Galicia, con su potencial costero, se ha incorporado tarde a las competiciones de las olas grandes. "Aquí había poca gente que se dedicara a esto, no tanta como en el País Vasco o Cantabria. Entonces todas las competiciones estaban allí. Ahora empezamos también a organizar porque está claro que en Galicia hay sitios increíbles", valora. "A Coruña tiene muy buenas olas, pero sobre todo en los alrededores, como en Arteixo. El Orzán no es tan constante", concluye.