La selección española de fútbol, que mañana se jugará en Basilea seguir dependiendo de sí misma para estar en la fase final de la Liga de Naciones, mostró luces en Ámsterdam ante Países Bajos, aunque también sombras, como la falta de gol y de victorias fuera de casa, que le impiden despegar de una manera convincente.

La roja, salvo en el encuentro ante Ucrania en el Alfredo di Stéfano (4-0), no ha pasado de marcar más de un gol en cada partido en esta nueva etapa de Luis Enrique Martínez al frente del equipo nacional. Incluso en dos, en Lisboa contra Portugal y en Kiev se quedó sin anotar, y frente a Alemania en Suttgart lo hizo en la última acción del choque gracias a un remate salvador de José Gayá.

Le está faltando "instinto matador", porque crea oportunidades. Maneja los partidos llega habitualmente bien a tres cuartos e incluso al área, pero no consigue concretar y los partidos se le enredan. En Ámsterdam, pese a las numerosas novedades que presentó Luis Enrique, agradó en la primera parte, controló y dominó en el juego y el marcador con el primer gol con la selección de Sergio Canales.

La desaplicación defensiva que permitió a Donny van de Beek igualar la contienda tras el descanso comenzó a resquebrajar a un equipo que volvió a tener opciones en el área rival pero no lo aprovechó. Incluso tras la batidora de los cambios Países Bajos, que no acaba de encontrar el camino desde que Frank de Boer relevó a Ronald Koeman, tuvieron también sus opciones para llevarse el partido.

La selección española no gana fuera de casa desde el pasado 5 de septiembre de 2019, día en el que se impuso en el Arena National de Bucarest a Rumanía (1-2) en un partido de clasificación para la Eurocopa y gracias a los tantos de Sergio Ramos, de penalti, y Paco Alcácer. Desde entonces ha enlazado seis encuentros sin victorias como visitante, con cinco empates (1-1 en Noruega, Suecia, Alemania y Países Bajos, y 0-0 en Portugal) y una derrota (1-0 en Ucrania).