El martes, en Burgos, Abdou Thiam jugó su primer partido después de haberse pasado en blanco toda la pretemporada por una rotura fibrilar. Eran sus primeros minutos desde que el pasado mes de marzo se paró la competición por culpa del coronavirus. El hambre tras ocho meses alejado de las pistas se hizo notar. Marcó once puntos y tuvo una actuación destacada en la huérfana pintura naranja por la marcha de Perris Blackwell y la grave lesión de Mouha Barro. El pívot senegalés volvía a sonreír. Pero no por mucho tiempo. El Leyma Coruña anunció ayer que ha recaído de su lesión y que será baja por tiempo indefinido para garantizar su recuperación al 100%. El alemán Justin Raffington, que estaba en la rampa de salida después de un mes y dos partidos -pero tras firmar una notable actuación frente a Burgos- volvió a deshacer las maletas al prorrogar el club su contrato temporal. Como buena noticia, para mañana contra Melilla se espera el debut del recién llegado Gay McGhee.

Una de cal y otra de arena para el Leyma Coruña, que no acaba de arrancar en este inicio de curso. Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce, relanzado por la victoria del martes en Burgos que había dejado buenas sensaciones, la lesión de Abdou Thiam se convierte en una nueva piedra en el camino. Y para llevar solo un mes de competición, ya son demasiadas. "Nuestro servicio médico oficial, con Carlos Lariño al frente ha confirmado que se trata de la misma rotura de fibras. Desde el club le deseamos todo nuestro ánimo y apoyo a Abdou en el proceso de recuperación que tiene por delante", señaló el club en un comunicado. "Este año es muy duro para todo el mundo por coronavirus y para mí personalmente porque nunca pasé por algo así. Seguro que todo pasará y pronto estaremos disfrutando juntos del básquet y la vida", reflexionó el jugador en sus redes sociales.

El Leyma confirma, además de la extensión de contrato de Raffington, que mañana debutará Gary McGhee en el Palacio de los Deportes de Riazor. Después de todos los problemas, el plan C convence igual que el A, pero la conjunción de piezas se está teniendo que hacer a marchas forzadas. "El cambio es muy grande. Tenemos que volver a poner las bases defensivas y ofensivas. Nos faltan horas de vuelo", avisa el técnico Sergio García.