El Leyma Coruña necesita tiempo para crecer como equipo y, de momento, vive de las individualidades y de la capacidad anotadora de todos sus jugadores. Los diez anotaron. Destacado Dago Peña, que lideró el incontestable arreón final en un último cuarto en el que el equipo naranja arrolló al Melilla para redondear el marcador hasta un holgado 93-71. El dominicano, con 22 puntos, fue el más desequilibrante del Leyma, en el que debutó el recién llegado Gary McGhee, todavía discreto. Mucho margen de mejora, el suyo y el de todo el equipo, pero siempre es mejor construir desde la tranquilidad y la confianza que dan victorias como la de ayer.
No fue un partido brillante, ni con demasiada continuidad en el juego, pero el Leyma demostró sus superioridad tanto en defensa como en ataque pese a que ni McGhee, ni tampoco Raffington, acabaron de imponerse en la pintura. Seis puntos para el estadounidense y nueve para el alemán, que poco a poco deberán ir llenando el vacío que dejan Perris Blackwell, Mouha Barro y Abdou Thiam.
Pese a la diferencia en el resultado final, Melilla plantó cara al Leyma durante muchos minutos. Un par de triples de Misters -lastrado desde muy pronto por sus tempraneras faltas personales, hasta tres- le dieron vida a los visitantes en el inicio y también Mbaye colaboró para finalizar el primer cuarto con un apretado 24-20. El Leyma entró frío al segundo parcial y tardó cinco minutos en lograr su primera canasta, que anotó Raffington. Le faltó algo más de pausa para saber escoger cuándo tocaba correr y cuándo atacar con paciencia. Dudas que duraron poco tiempo, porque en esa fase empezó a aparecer Dago Peña para asumir la responsabilidad en el tiro ante un Melilla que con mucha capacidad de sacrificio consiguió llegar al descanso muy vivo, solo cuatro puntos por debajo (43-39).
Tras la reanudación el Leyma Básquet Coruña impuso su mayor poderío físico y la capacidad atlética de jugadores como Belemene, capaces de atacar y defender con la misma eficacia. Peciukevicius y Matulionis también ganaron protagonismo y poco a poco el equipo naranja se fue estirando en el marcador y aprovechó las pérdidas del rival, demasiadas, para llegar al último cuarto con una renta de ocho puntos (65-57). La victoria estaba encarrilada, pero faltaba rematar la faena.
Melilla se vio superado y no tuvo capacidad de reacción. Acusó el cansancio en el parcial definitivo ante un Leyma mucho más entero para seguir robando, corriendo y armando ataques rápidos. Dago Peña asumió la responsabilidad y estuvo muy acertado desde el perímetro para poco a poco ir ampliando la ventaja hasta el 93-71 final, otro buen resultado en el que apoyarse para seguir mejorando.
