Ganar era lo importante. Cómo, lo de menos. El Liceo sacó adelante en Lloret el tercer partido que jugaba en seis días para mantener su pleno de victorias, ocho en ocho encuentros, y ponerse líder en solitario de la OK Liga, con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona. Los verdiblancos apretaron en la primera parte, aprovechando mientras estaban más frescos. Después, cuando empezó a hacer mella el cansancio acumulado de minutos y viajes tanto en los músculos como en la cabeza -la baja de Roberto di Benedetto, ausente por una lesión de espalda, les hizo afrontar el maratón con una rotación menos-, supieron aguantar, aunque los locales notaron la debilidad, apretaron y a punto estuvieron de dar un susto.

También dieron el primer aviso del partido con un mano a mano que detuvo Grau a Moi Aguirre. El Liceo respondió por medio de David Torres, que se inventó un gol de genio para abrir el marcador. A continuación, una azul a Aguirre propició una directa con la que Jordi Adroher hizo el segundo. Marc Grau y Franco Platero sellaron el 0-4 y Torres se estrelló contra el palo en un penalti. Todo parecía presagiar una goleada, pero los verdiblancos empezaron a dejarse ir con la ventaja. Les costó un gol al final del primer tiempo, de un Aguirre por el que pasaban todas las jugadas del Lloret. Y otro ya en la recta final, de falta directa, anotada por Marc Gómez.

Después del maratón de tres partidos en seis días, el conjunto dirigido por Juan Copa tendrá ahora una semana entera para preparar el exigente partido de la próxima jornada, ya la diez del campeonato, que le lleva a la pista del Noia. Antes estará atento a lo que ocurra mañana a las 12.00 horas en el Palau Blaugrana en el duelo entre el Barça y el Reus. Una victoria rojinegra permitirá que los verdiblancos mantengan el liderato en solitario, aún pendientes de recuperar uno de sus partidos perdidos, contra el Palafrugell, el 8 de diciembre.