La campeona del Mundo de badminton fue la estrella invitada en el III Foro Campeonas organizado por SUPERdeporte de Valencia. Una cita diferente a otros años debido a las condiciones que establecen las medidas de contención del covid. Campeonas, un año más y a pesar de las dificultades, da visibilidad a la mujer a través del deporte.

Le voy a preguntar cómo está pero no es un formalismo, es que queremos saber cómo se encuentra Carolina Marín en estos momentos dada la situación que se vive.

Pues afortunadamente de salud bastante bien, tengo que decir que de momento no he cogido el Covid, me estoy cuidando muchísimo, tomando todas las precauciones y siguiendo las normas que nos están poniendo, la verdad, por ahora todo bastante bien.

Se estrenó hace poco ese documental que habla un poco más de usted. ¿Va a salir reforzada de una lesión que ha complicado tanto los últimos meses?

Estoy feliz de haber podido hacer esa docuserie, desde el momento en que me lo propusieron no tuve ninguna duda, me hizo muy feliz que por fin se pudiera ver a través de imágenes todo lo que hay detrás. Siempre he dicho que las medallas son muy bonitas y es lo que todo el mundo ve, pero con esas imágenes se está viendo todo lo que hay detrás, lo mucho que hay que hacer para conseguir esas medallas. Sí es cierto que el año pasado yo me pensaba que la lesión de la rodilla era lo peor que me podía pasar en la vida y hace unos meses tuve la pérdida de un familiar, y eso sí ha sido lo peor. Está claro que salí muy reforzada de esa lesión en la rodilla, todo el proceso de rehabilitación que fueron siete meses y medio muy muy duros, muchísimas horas de dedicación todos los días, a los cinco días ya estaba sentada en una silla con la pierna en alto y una raqueta en la mano, hay muchas imágenes en ese documental que creo que la gente ha quedado fascinada.

Como profesional ya sabíamos de ella, como persona la hemos podido conocer un poco más, son imágenes que plasman ese lema ‘puedo porque pienso que puedo’, que la ha definido en su trayectoria desde bien joven. ¿De dónde nace esa frase?

Bueno, nace un poco a través de ese trabajo psicológico que he estado haciendo desde los 15 añitos que llevo aquí en el Centro de Alto Rendimiento, lo he ido forjando poco a poco, un día salió esa frase y me la he quedado siempre dentro de mí. La verdad es que la utilizo mucho en algunas situaciones, momentos de partido incluso y momentos complicados de mi vida personal. Hoy en día me siento orgullosa de que a muchísima gente le pueda servir también en su vida.

¿No imaginó nunca que llegaría ser la mejor jugadora del mundo?

A ver, siempre lo he dicho, yo sueño en grande y creo que hay poca gente que sueña en grande y que consigue esas cosas que precisamente sueña. Yo soy una de las personas que desde pequeña ya soñaba en grande, no sabía hasta qué punto podía llegar pero sí es cierto que el que no sueña estoy segura que no consigue esas cosas. En noviembre teníamos tres semanas de torneos que se iban a hacer en Tailandia, pero ya nos dijeron desde la Federación Mundial que se iban a posponer a enero, así que ahora mismo me estoy preparando ya y entrenando para esa vuelta.

“Yo bailaba flamenco y una amiga me invitó a jugar a bádminton’”

No le gusta hablar de los entrenamientos, ¿es verdad que le llegan a traducir sus entrevistas a modo espía para sacar su metodologia?

Una de las cosas que hablé con mi equipo es que en el documental se ven muchas imágenes de las cosas que nunca hemos querido contar, pero al final me hace también ilusión que la gente vea a través de imágenes todas esas cosas impensables que se llegan a hacer para conseguir las medallas. Es cierto lo que has dicho, todas estas entrevistas que me hacen en India o en China sé que las traducen para ver si encuentran alguno de los secretos que solemos esconder entre comillas y que en parte me diferencian de todas las demás.

¿En qué momento llega Carolina Marín al bádminton?

Todo esto empieza porque yo bailaba flamenco y fue gracias a una amiga, un día me dijo ‘Caro vente a jugar a bádminton’. Yo le dije, ¿y qué es eso? Tenemos allí un polideportivo a cinco minutos de casa y allí empezó todo. Había visto tenis en la tele pero nunca una raqueta de bádminton y mucho menos el volante, poco a poco me fui enganchando más y a los 12 años dejé el flamenco, ya los estudios me quitaban mucho tiempo, pero seguí con el bádminton y hasta el día de hoy. Tenía claro que quería llegar a ser la mejor aunque no sabía que podía llegar a conseguir todo lo que he logrado. Simplemente con tenerlo claro y querer luchar ha sido lo que ha marcado toda mi vida

Empieza la cuenta atrás, no sé si le han metido mucha caña después todo de ese tiempo sin poder entrenar, sin competir y en casa.

En el confinamiento es la primera vez desde que tenía ocho años que he estado tres meses sin coger una raqueta y un volante, al principio debíamos tener cuidado, no nos podíamos volver locos porque no nos podíamos lesionar. Con el Covid no sabíamos si íbamos a tener torneos, si se estaban cancelando, si se posponían, a día de hoy es importante seguir el día a día. Tanto mi equipo como yo somos personas bastante planificadas que nos gusta llevar las cosas bien organizadas pero ahora mismo desafortunadamente solo queda ir día a día.