El THW Kiel alemán se impuso al Barça por 33-28 en la final de la Liga de Campeones 2019-2020, y logró su cuarto máximo título europeo apoyado en el extraordinario meta danés Niklas Landin (13 paradas) que fue una pesadilla para los azulgrana, que no alcanzaron su décimo trofeo.

Junto a él ha estado el central noruego Sander Sagosen (7 tantos), el extremo zurdo Niklas Ekberg (8, 6 de penalti) y el veterano Stefan Weinhold (5), claves de su ataque.

En esta temporada el Barça había ganado los dos encuentros de la fase regular al Kiel (29-25 en el Palau y 26-32 en Kiel). El exazulgrana Filip Jicha entrenador del Kiel aprendió la lección y ha utilizado una táctica cambiante en defensa. En ataque ha llegado en numerosas ocasiones a poner siete atacantes sin portero y el Barcelona no ha resistido el envite. Kevin Möller no estuvo acertado y fue relevado por Gonzalo Pérez de Vargas.

Tras un equilibrio inicial, siempre con mínimas ventajas germanas, el despegue llegaba con un parcial de 0-3 (9-13, minuto 19). El Barça estaba maniatado por las penas máximas de Niklas Ekberg.

La entrada de Aleix Gómez y el acierto de Gonzalo en la portería llevaban el choque a la igualada (15-15 en el minuto 17) tras un tanto de Mem. Se había hecho lo más difícil aunque los germanos, con un parcial de 1-4 merced a contragolpes de Rune Dhamke y Hendrick Pekeler, se iban al descanso tres arriba (16-19).

El Kiel seguía muy efectivo y un tanto de Sagosen colocaba el 17-21. Niklas Landin se mostraba muy seguro en su portería (6 paradas del minuto 40 al 49).

Los germanos dormían el encuentro y el Barça respondía con acciones de Áleix Gómez (23-26, m.51). Los azulgrana tenían que arriesgar y esto provocó que el Kiel mantuviese su ventaja y confirmaran su victoria.