El Inter desnudó las carencias del Juventus y, con goles de Arturo Vidal y Nicoló Barella, le doblegó 2-0 en el denominado Derbi de Italia para alcanzar momentáneamente el liderato liguero, empatado con el Milan, que visita hoy al Cagliari.

En una noche de auténtico naufragio del centro del campo de tres del Juventus, formado Rabiot, Rodrigo Bentancur y Aaron Ramsey, falto de ritmo y brillantez, demasiado previsible a la hora de repartir balones, el Inter selló un triunfo rotundo para dar un golpe en la mesa en la lucha por el Scudetto.

Lo hizo con un fútbol organizado, con una defensa sólida y una prestación excelente de sus volantes, Vidal y Nicoló Barella, para castigar las indecisiones defensivas de un Juventus que, eso sí, no pudo contar con Matthijs De Ligt, Álex Sandro, Juan Cuadrado ni el argentino Paulo Dybala.

Fue Barella quien ofreció, a los doce minutos de partido, un perfecto centro desde la banda derecha que Vidal cabeceó con contundencia tras adelantarse al brasileño Danilo, para firmar su segunda diana consecutiva.

El chileno no lo celebró como forma de respeto por su pasado en el Juventus, con el que conquistó cuatro títulos ligueros entre 2011 y 2015.

El Juventus tocó mucho el balón, pero sin velocidad y no pudo encontrar espacios en la atenta zaga interista, apoyada de forma constante por los medios y los dos laterales, el marroquí Achraf Hakimi y el inglés Ashley Young.