La selección española cerró la segunda fase del Mundial de Egipto como primera de grupo y se medirá mañana en los cuartos de final con Noruega, tras imponerse a Hungría en un choque más plácido de lo esperado por la inesperada alineación del conjunto magiar.

Y es que Hungría pareció renunciar de partida a pelear por el liderato del grupo, tras dejar en la grada al portero Roland Mikler, el central Mate Lekai y el pivote Bence Banhidi, los tres jugadores que conforman la columna vertebral de esta selección.

Todo lo contrario que España, que, tras otorgarle descanso ante la débil Uruguay, recuperó para la cita al central Raúl Entrerríos y al portero Gonzalo Pérez de Vargas.

Una circunstancia que no desaprovechó el conjunto español para adquirir rápidamente una cómoda ventaja de cinco goles (7-2) en apenas ocho minutos de juego.

Esa renta desapareció con la misma velocidad que llegó, ante los problemas de conjunto español para manejarse en inferioridad, tras las dos exclusiones prácticamente consecutivas con las que fueron castigados Joan Cañellas y Jorge Maqueda.

Hasta tres goles a portería vacía encajó el conjunto español en inferioridad numérica, un problema que los de Jordi Ribera deberán corregir en los encuentros que quedan en este Mundial, en el que el más mínimo error puede costar la eliminación del torneo.

Sin embargo, en el momento en el que España recuperó la igualdad numérica, volvió a distanciarse en el marcador (11-8) tras endosar a los magiares un parcial de 4-1 en apenas un par de minutos.

Y eso que el equipo español, quizá condicionado por las notables ausencias de la selección magiar, pareció sumirse en ciertos momentos en la desconcentración.

En ese problema no incurrió ni el guardameta Pérez de Vargas, que cerró los primeros treinta minutos con un total de siete paradas, ni, sobre todo, Ferrán Solé, que no erró ni uno solo de los ocho lanzamientos que intentó en la primera mitad.

Un Solé que se convirtió en la punta de lanza del contraataque español, que castigó cada error ofensivo del conjunto magiar, muy mermado en ataque sin la presencia de Mate Lekai y Bence Banhidi, con una fulgurante contra.

Goles y más goles que permitieron a los Hispanos dar un nuevo acelerón en el marcador, lo que permitió a los de Jordi Ribera alcanzar el descanso con una renta de siete goles (21-14), que encarrilaba la contienda para el equipo español. Sentenciada en la segunda parte del encuentro.