La insistencia de un Madrid de plagado de bajas y tirando de tres canteranos ante un Getafe indolente que ni chutó a puerta, le impulsó a su segundo triunfo consecutivo, con goles de Karim Benzema y Ferland Mendy, que le devuelven a la pelea por el título, a cinco puntos del Atlético de Madrid pero con dos partidos más.

Responder a la obligación de ganar se ha convertido en un examen constante en cada partido del Madrid. Sin excesos pero rebajando la dosis de sufrimiento. Entre malabarismos por las circunstancias, con solo once jugadores de campo disponibles de la primera plantilla, formaba un once Zidane con retoques. Pasando a defensa de tres centrales, y de nombres, apostando por un canterano como Marvin por delante de Isco ante el orden de un Getafe ausente de valentía.

Desde el equilibrio que aportan la presencia de tres centrales y la seguridad para dominar desde el balón, al Madrid le sobró voluntad pero le faltó precisión en el primer acto y la consiguió en el segundo. Se sintió seguro ante el equipo menos goleador del campeonato.