El Villarreal y el Granada dieron ayer un paso al frente para acceder a los octavos de final de la Liga Europa después de imponerse al Salzburgo (0-2) y al Nápoles (2-0) en sus respectivos partidos de ida.

En Salzburgo, el conjunto de Unai Emery fue de menos a más para conseguir un botín bien valioso que le deja muy cerca de la siguiente ronda. Pese al atropellado comienzo, el Villarreal pudo recomponerse y acabó imponiendo su superioridad en los metros finales.

El submarino amarillo fue mejor que su oponente, tuvo mejores ocasiones y hasta desperdició un penalti rondando la media hora, en botas de Paco Alcácer. La pena máxima fue clara sobre Parejo, que recibió un manotazo antes de ser derribado. Sin embargo, la parada del guardameta local aplazó la primera alegría de los castellonenses.

Aunque no hizo falta esperar a la segunda parte porque Gerard Moreno regaló a Alcácer su posibilidad de redimirse y el 0-1 gracias a un certero testarazo. En la segunda mitad, en la primera ocasión que tuvo el cuadro amarillo llegó el 0-2, otra vez naciendo en los pies del internacional español. En esta ocasión el cabezazo fue de Fer Niño.

El mismo resultado, pero en casa, firmó el Granada en su primera participación de la historia en la segunda competición continental. Los nazaríes marcaron los dos goles en un par de minutos gloriosos del ecuador del acto inicial. El 1-0 llevó la rúbrica de Yangel Herrera con un remate de cabeza en el segundo palo. Y el segundo de los andaluces llegó dos minutos después de un contragolpe perfectamente dirigido por el venezolano Darwin Machís. La apertura llegó a Kenedy y éste no lo dudó para poner el balón en el fondo de las mallas.