La tenista japonesa Naomi Osaka parte hoy como favorita para conquistar el título del Abierto de Australia ante la estadounidense Jennifer Brady, que tendrá que controlar los nervios de jugar su primera final de un Grand Slam, por cuarta de su rival, segunda en la Rod Laver Arena, donde ya se coronó campeona en 2019.

Osaka no sabe todavía lo que es perder una final en un grande y esa experiencia, añadida a que su tenis se adapta a las mil maravillas a la pista dura, le hace tener favoritismo sobre una Brady que también ha dejado claro que en esta superficie se siente cómoda y que la semifinal que alcanzó el pasado verano en el US Open no fue casualidad.

En Nueva York, precisamente fue la actual número tres del mundo la que le impidió meterse en la final al derrotarla en un igualado encuentro que se decidió en tres sets por 7-6 (1), 3-6, 6-3 a favor de la asiática, que posteriormente conquistó su tercer Grand Slam, segundo en la Gran Manzana.

Esa fue la segunda victoria de la japonesa sobre Brady, que se impuso en el primer duelo entre ambas, en un torneo en Estados Unidos de la ITF cuando su rival tenía 17 años y que también perdió en la arcilla verde del torneo de Charleston.

En la final masculina de mañana, además de Novak Djokovic, que ya logró su pase el jueves, estará el tenista ruso Daniil Medvedev que mantuvo su gran racha de juego y resultados y derrotó ayer en la segunda semifinal al griego Stefanos Tsitsipas por 6-4, 6-2 y 7-5.

El de Moscú amplió ante el de Atenas su contador de victorias consecutivas a 20. Lo inició en el último Masters 1.000 de París-Bercy y ahora tratará de alargarla ante el rey de Melbourne Park, ocho veces campeón y que todavía no sabe lo que es perder el partido por el título en la Rod Laver Arena.

Medvedev, cuarto cabeza de serie, se presenta como un serio aspirante porque está jugando a gran nivel y lo demostró una vez más ante el verdugo del español Rafa Nadal, al que controló a la perfección, salvo en un instante del tercer parcial. El ruso, de 25 años, alcanzó la segunda final de su carrera tras la del US Open en 2019 que perdió ante Nadal en cinco sets.