La insistencia de Casemiro que, en su tercer intento, logró marcar de cabeza, dio la victoria a un Madrid que sufrió más de la cuenta ante un Valladolid que mostró descaro y ganas y que, en su mejor momento de juego, se vio cercenado tras el tanto del jugador brasileño que deja al conjunto de Zidane a tres puntos del liderato.

El Madrid dejó claro, desde el inicio, que no quería sorpresas. Consciente de que no podía fallar más y que disponía de una gran ocasión de recortar la desventaja con el liderato tras el tropiezo del Atlético Madrid, salió presionando. Los locales no se dejaron amedrentar y, en la primera ocasión de la que dispusieron, crearon peligro. Tanto, que de no ser por la actuación de Courtois, hubieran inaugurado el marcador en el minuto 7.

El Valladolid se mostró valiente. El Real Madrid esperaba el fallo del rival, Modric imprimía dinamismo y la calidad individual se evidenciaba en jugadas como el pase de Kroos sobre Asensio, en fuera de juego. Pero era el Real Valladolid el que peleaba con más ahínco, buscando la sorpresa.

Casemiro se lamentó tras fallar una clara ocasión. Su remate de cabeza, cómodo, tras un saque de falta en el que superó a Bruno, se fue muy por encima de la meta defendida por Masip. No hubo tiempo para mucho más. El partido estaba abierto y, con esa buena imagen ofrecida por el Valladolid, se llegó al descanso con el 0-0 inicial.

Con los mismos 22 jugadores, se reanudó el encuentro, bajo los mismos parámetros. Casemiro volvió a quedarse solo en el remate tras un córner y, de nuevo, salió desviado. Pero eran los vallisoletanos los que mostraban más mordiente ofensiva, buscando insistentemente el área madridista. Pero, una vez más, cuando mejor estaba jugando el conjunto blanquivioleta, llegó el gol del rival.

A la tercera dicen que va la vencida, y Casemiro lograba un efectivo remate de cabeza tras un córner, que sorprendió a Masip.