Un tanto de Berenguer en el minuto 112 de juego metió al Athletic Club en la final de la Copa del Rey tras un encuentro muy competido, en el que el mayor dominio territorial de los visitantes encontró réplica en las contras del conjunto valenciano y que se decidió en una acción en la que el balón entró en la portería levantinista tras rebotar en un jugador de su equipo.

El conjunto local salió con Aitor Fernández en la portería en lugar de Dani Cárdenas y su técnico, Paco López, sorprendió al situar a Róber Pier como medio centro junto a Malsa. Por su parte, el entrenador del equipo vasco, Marcelino García Toral, no pudo finalmente contar con Íñigo Martínez, al que finalmente el TAD no le concedió la suspensión cautelar de su sanción.

De entrada, el encuentro se ajustó al guion previsto, pues el Athletic, que necesitaba ganar o empatar a dos o más goles, llevó la iniciativa y consiguió que se jugara cerca de la portería levantinista, mientras que el equipo local trataba de encontrar espacios al contragolpe.

En la segunda aproximación del Levante, una buena jugada de Morales y Rochina acabó con un remate de Roger que puso el 1-0 en el marcador.

El tanto no varió la dinámica del partido y el Athletic siguió con sus aproximaciones a la meta del Levante. En una de ellas Muniain pudo empatar en un remate de cabeza (m.24) y en la siguiente, un penalti de Duarte sobre Raúl García propició el empate tras un potente lanzamiento de este jugador, que puso las tablas en la eliminatoria. En ese momento, solo un nuevo gol podía impedir que el partido no fuera a la prórroga, ya que la ida en Bilbao también había acabado con igualada a un tanto.

El primer periodo concluyó con un susto para el Athletic, ya que un rechace de Yerai hacia su portería se estrelló en el palo de la meya de Unai Simón, que no habría podido evitar el gol.

Con dos propuestas distintas, pero sin que las fuerzas estuvieran notoriamente desniveladas. Dio comienzo la segunda parte con la entrada de Bardhi por Róber Pier en el Levante, lo que hacía presumir que el equipo local iba a tratar de ser más ofensivo.

A diferencia de la fluidez de la primera parte, el comienzo del segundo periodo fue trabado y espeso, con muchas faltas y sin apenas fútbol. El partido entraba en una fase en la que cualquier detalle y cualquier error podían ser letales.

Poco a poco el partido recuperó ritmo, el Athletic se empezó a acercar con frecuencia a la meta rival y el Levante trató de atacar al contragolpe, pero a pesar de las alternativas del juego apenas hubo claridad de cara a puerta

El Athletic puso cerco a la meta de Aitor Fernández en la prórroga, aunque en la última jugada del primer periodo, Bardhi obligó a Unai Simón a hacer una gran parada. La tónica se mantuvo al comienzo de la segunda parte de la prórroga. El gol llegó en un disparo de Berenguer que Vukcevic desvió al fondo de la meta de su equipo.