La salida de Irene Lozano del CSD, cuya presidencia abandonará para presentarse en la candidatura de Ángel Gabilondo (PSOE) a la Comunidad de Madrid, ha provocado múltiples reacciones y una ha sido la de LaLiga, que ayer despidió a la política agradeciéndole su labor. Lozano, de hecho, jugó el pasado verano un papel crucial en la resolución del llamado caso Fuenlabrada, al alinear la postura del órgano del Gobierno con la de la institución presidida por Javier Tebas, en contra de la propuesta de la Federación Española de Fútbol, que pedía una liga de 24 equipos para solucionar el conflicto, lo que finalmente desembocó en el descenso del Deportivo a Segunda B.

“LaLiga quiere agradecer a Irene Lozano la labor llevada a cabo al frente como presidenta del Consejo Superior de Deportes y desearle suerte en sus futuros proyectos profesionales”, emitió el ente de Javier Tebas en un comunicado. “Desde LaLiga queremos destacar su implicación con esta institución y muy especialmente el trabajo desempeñado en este último año de pandemia, en el que ambas instituciones hemos trabajado conjuntamente por la vuelta del fútbol”, añadió, sin una mención a este reciente episodio oscuro.

Irene Lozano, por su parte, protagonizó ayer su último cargo como presidenta del CSD al presentar la Liga, el nombre con el que a partir de la próxima temporada se conocerá a la Primera Iberdrola, con el que estrenará también su condición de competición profesional y que estará implementada y supervisada durante los tres primeros años por el propio CSD.

“Lo de ponerme nota es complicado”, respondió Lozano a los medios de comunicación durante el acto. “Hablar de mí misma es complicado. Creo que hemos sacado al deporte de la pandemia. Ahora ya se ve, pero hubo momentos oscuros donde no era tan obvio. El deporte es una de las actividades más afectadas, porque congrega masas, porque son espectáculos públicos y muy visibles para la sociedad”, reflexionó.

De los últimos meses también destacó el Pacto de Viana, firmado con la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga. “La solución era sentarles en una mesa (a Luis Rubiales y Javier Tebas, presidentes de la Federación y LaLiga, respectivamente) y negociar. El Pacto de Viana tuvo la enorme virtud de ver qué se podía hacer cuando los distintos actores tenemos voluntad. Me gustaría que esa cultura del pacto calara en el deporte”, deseó.