El Deportivo anticipa pérdidas por valor de 9 millones de euros en el ejercicio 2020-21, 7,6 correspondientes al resultado de explotación y el 1,4 restante al balance financiero. El club someterá a la aprobación de los socios en la próxima junta de accionistas del martes 27 de abril, ya con Abanca como propietario de pleno derecho, un resultado negativo antes de impuestos con un importante déficit. El club presupuesta 11,94 millones en ingresos y 20,96 en gastos, principalmente derivados de salarios. Todo ello desemboca en un importante agujero derivado del descenso a Segunda División B y los efectos provocados por la pandemia.

Eso obligará al máximo accionista a cubrir las pérdidas, tal y como se recoge en la memoria que acompaña a las cuentas elaboradas y firmadas por el anterior consejo de administración encabezado por Fernando Vidal. “El impacto es de tal magnitud que, a pesar de que se haya iniciado una reestructuración de la Sociedad, deberá recurrirse a endeudamiento para atender las futuras desviaciones financieras del ejercicio. Así, el actual accionista mayoritario de la Sociedad, Abanca Corporación Bancaria, SA , se ha comprometido a aportar fondos necesarios para garantizar el presupuesto de la empresa durante el ejercicio 2020-2021”, indica la memoria. “Los esfuerzos estarán encaminados a construir un equipo, empresa y filosofía fuertes de cara al futuro inmediato, basados en el apoyo a la cantera, con en el punto de mira en e l regreso de nuevo a la máxima categoría del fútbol profesional español”, añade sobre la estrategia que pretende implantar el propietario y que se materializó en la sustitución de la directiva a principios de febrero.

En un contexto de dificultades, el club sufre una caída pronunciada de los ingresos por abonos y los derivados de las retransmisiones televisivas, a pesar de que mantiene el gasto del personal deportivo en niveles parecidos a los de la temporada pasada en Segunda División. La apuesta de la anterior directiva encabezada por Fernando Vidal en la parcela deportiva, de la mano del director de fútbol, Richard Barral, desembocó en la plantilla más cara de toda la Segunda B, pero el desembolso no se ha visto reflejado en los resultados y el consejo anterior terminó siendo apartado por el máximo accionista a comienzos de año. El equipo, de la mano de Rubén de la Barrera, apurará mañana contra el Zamora en Riazor sus opciones de clasificarse para una fase de ascenso que al inicio del curso se presentaba como obligatoria y que ahora representaría un premio debido a un rendimiento irregular y alejado de las expectativas.

El Deportivo presupuesta en este marco de restricciones sanitarias en el que los socios no pueden acceder a Riazor 1,87 millones en “concepto de abonados y socios”. La cifra es un 55,08% menor que la de la temporada pasada (4,17). En este apartado el club también detalla que un 69,51% de los abonados con derecho a la devolución del importe correspondiente a los partidos a los que no pudieron asistir el curso pasado renunciaron al reembolso y se convirtieron en “socios protectores”. Solo el 10,22% reclamó esa parte proporcional.

De igual manera, se desploman los “ingresos por retransmisión” como consecuencia del descenso a Segunda División B y por lo tanto de la caída fuera del fútbol profesional. De los 8,08 millones que se recibieron el curso pasado de la televisión se pasa a apenas 1,14, de acuerdo al presupuesto elaborado por el club.

El nivel de gasto en el personal deportivo, sin embargo, se mantiene en unos niveles parecidos. En el ejercicio 2019-20 fue de 11,9 millones, mientras que en este se presupuestan 9,11. El club incluye un apartado denominado “gastos plantilla deportiva inscribible en la LFP”, a pesar de que este curso el equipo ya no se encuentra bajo el paraguas de LaLiga. La cifra el curso pasado fue de 9,67 millones de euros, mientras que en el presente es de 6,64. El anterior presidente, Fernando Vidal, había manifestado que la cantidad destinada a la plantilla esta temporada era de 3,6 millones si se excluía el salario que percibía Diego Rolan, alrededor de un millón. El sueldo del delantero uruguayo, ahora cedido en el Pyramids egipcio, terminó volviéndose inasumible y obligó a que el club le buscara destino en el mercado invernal después de disputar cuatro partidos, pero también contabiliza en el balance.

El Deportivo puntualiza en la memoria que considera plantilla “inscribible” aquella que supone un gasto para entidad independientemente de si mantiene contrato en la presente temporada. “La plantilla deportiva inscribible estará compuesta por los jugadores ligados al club mediante contrato laboral adscritos al primer equipo, es decir, dorsales 1 al 25, ambos inclusive, y los no adscritos a ninguna plantilla; así como el entrenador, segundo entrenador y preparador físico del primer equipo. Valorándose como circunstancia relevante para tal consideración como plantilla deportiva inscribible, el hecho de que suponga algún coste para el club, y no la vigencia del contrato en la temporada de referencia”, argumenta.

El Deportivo también detalla el gasto de la “plantilla deportiva no inscribible en la LFP” (0,824 millones), el del equipo femenino (0,82) y el del “resto del personal deportivo” (0,824). De la misma forma está recogida la partida del “personal no deportivo” (1,89). En ese sentido, el presidente del club, Antonio Couceiro, tranquilizó recientemente a los empleados acerca de posibles recortes y manifestó que no será necesario un ajuste importante.

Deuda y capital social

Las cuentas que se presentarán en la próxima junta de accionistas también recogen un aumento del patrimonio neto negativo, que pasa de 72,6 millones a 73, 4 debido a las pérdidas con las que se cerró el ejercicio 2019-20.

En el capítulo de deudas, el club incluye en el apartado a corto plazo el crédito participativo de cinco millones de euros con el que se acometieron los fichajes invernales de la temporada pasada, además de los 30 millones correspondientes a la capitalización de acciones ejecutada por Abanca. El capital social, sin embargo, todavía no aparece actualizado a los más de 45 millones tal y como fue inscrito recientemente en el Registro Mercantil.

El club cierra el ejercicio 2019-20 con déficit

El Deportivo también incluye en el balance que presentará en la próxima junta de accionistas el resultado correspondiente al ejercicio 2019-20, que se cerrará con pérdidas. El déficit a 30 de junio del año pasado asciende a 316.631 euros, según las cifras a disposición de los socios para su consulta antes de la asamblea que se celebrará el 27 de abril. En una temporada marcada por el descenso a Segunda División B y la pérdida de ingresos derivada de la pandemia, el resultado terminó siendo negativo, aunque se consiguió mitigar el daño debido principalmente a la respuesta de los aficionados. El grueso de los abonados renunciaron a la devolución de la parte correspondiente a los partidos a los que no pudieron asistir en Riazor. “La mala marcha deportiva del equipo y el impacto de la COVID durante la segunda vuelta, que impidió la presencia de público en los estadios, tuvieron su reflejo en los ingresos por competiciones, que se redujeron en más de un 30% con respecto a la temporada anterior”, detalla el club en su memoria anual económica. El desplome de los ingresos se ha mantenido este curso, especialmente por la imposibilidad de acceder a Riazor y la pérdida de las cantidades procedentes de la televisión.