España ganó con claridad a Kosovo (3-1) en La Cartuja y disipó las dudas surgidas en la tercera jornada del grupo B de la fase de clasificación tras dominar a un rival que sólo se estiró en la segunda mitad, ya con un 2-0 adverso, y enderezar así el rumbo hacia Catar 2022.

Tras un buen primer tiempo, España se puso por delante con goles en dos minutos de Dani Olmo y Ferrán Torres, que también marcaron en el triunfo en Georgia, superada la primera media hora, mientras que tras el descanso, Kosovo acortó distancias tras un error de Simón, luego enjugado con el 3-1 de Gerard Moreno a un cuarto de hora del final.

El seleccionador varió de nuevo su once para una cita más trascendente de lo que a priori se hubiera pensado ante un rival de discreto nivel como Kosovo, y lo hizo con cuatro cambios. Llorente volvió al lateral derecho por Pedro Porro; Íñigo Martínez entró en la zaga por Diego Llorente: Koke en el medio con Busquets y Pedri, por Fabián; y Olmo por Bryan Gil, el descartado de los 24, en el tridente ofensivo junto a Ferrán Torres y Morata.

España salió con fuerza, con cierta urgencia por intentar dejarle las cosas claras al combinado dirigido por Bernard Challandes, y pronto, sin aspavientos, inquietó con un centro atrás de Ferrán Torres que no halló rematador y, tras el despeje, con un centrochut de Jordi Alba que se marchó fuera.

España se adueñó del balón en el medio campo y los laterales siempre miraron hacia adelante, aunque cerca del área kosovar no tuvo la precisión necesaria para sacar pases claros o tiros que pusieran en problemas a la zaga de cinco de Kosovo.

La posesión del balón fue, con mucha diferencia, del combinado español, pero le faltó un punto más de claridad y profundidad en ataque ante un ordenado equipo balcánico, condenado a defender con disciplina y que arriba no creó peligro alguno, mientras que la Roja tiró de paciencia para seguir con su acoso.

Fue, de nuevo, Dani Olmo el que abrió la lata con un golazo a los 34 minutos, al recibir en el área un servicio de Alba, perfilarse y, con un certero y ajustadísimo disparo con el interior del pie derecho, batir por su escuadra izquierda a Samir Ujkani.

Esta demostración de talento dio nuevos bríos a España, que dos minutos después, en el 36, aumentó su renta con el 2-0 de Ferrán Torres, con un fortísimo tiro cruzado, también con la derecha y tras abrir el balón a su banda Pedri, que se coló sin remisión en la meta de un conjunto kosovar que había empezado a flaquear.

En la reanudación, y después de que la Roja pudiera irse con un marcador más amplio al descanso si hubieran tenido más tino Morata, desde la frontal, y Eric García, en un cabezazo, el guión no varió. Con todo bajo control, Morata en una ocasión, un activo Ferrán Torres en dos y Olmo en otra pudieron marcar en el primer cuarto de hora del segundo tiempo, pero la falta de acierto y las intervenciones de Ujkani lo evitaron.

El seleccionador de los kosovares hizo cambios ofensivos al entrar Lirim Kastrati por Rashica y Zeneli por Kololli. Su equipo dio un paso adelante y, aunque España siguió con su claro dominio y apenas pasar apuros, adoleció de más agresividad en ataque y ello dio pie a que los balcánicos, en cierta medida, se crecieran.

Tras un aviso de Kastrati, Kosovo sorprendió en una acción extraña en la que el meta salió de su área a cortar un balón y, tras controlar mal, se alejó hasta casi el medio campo dejando libre su portería. Este fallo propició el 2-1 de los kosovares a los 70 minutos, al quitarle la pelota Besar Halimi y, de primeras y por alto, marcó un gran gol desde lejos y sin Simón en la meta, pese al vano intento de Llorente de despejar a la desesperada. Sin embargo, España, ya con Fabián y Gerard Moreno en el campo, reaccionó. Así, el delantero redondeó el triunfo con el 3-1 al cabecear en el primer palo un saque de esquina a falta de un cuarto de hora para la conclusión.

En este tramo final, Luis Enrique también sacó a Canales y Rodri, por Olmo y Busquets, y a Sergio Ramos por Eric García, y la Roja buscó más goles, pero sin éxito, en parte debido a su menor intensidad y acierto en el segundo tiempo de un partido en el que exhibió una mejor imagen.